Un buen menú de Navidad rápido y para pocos

Ahora sí. Ya tenemos la Nochebuena encima y algunos no tenemos muy claras las restricciones sanitarias que impondrán los distintos gobiernos para evitar la propagación del virus. ¿Podremos celebrar la Navidad con 6, 8, 10 personas... ?  ¿Permitirán reunirse a dos grupos de convivientes?

Tal vez tengas todavía muchas dudas sin resolver pero, si finalmente cenas en casa con los tuyos, con tu familia nuclear o con tus compañero de piso te propongo una idea para solucionar y decidir en función de la nueva situación.

La pandemia está generando problemas entre hermanos: “¿Vas tú o voy yo a cenar con papá y mamá?”; sufrimiento entre abuelos que a lo mejor, con dolor de corazón, prefieren ser prudentes y quedarse solos esa noche, sin correr riesgos innecesarios teniendo tan cerca la vacuna… También hay hijos precavidos que prefieren no acercarse a casa de los abuela para evitar la transmisión del virus, y padres dolidos que no han traducido esa ausencia en la mesa como una muestra gigante de amor con mayúsculas.

Toca dar un paso atrás, no tomarse nada como un agravio personal, entender el cariño detrás de cada posición a pesar de que no sea la tuya.

Y si tienes que decir algo que sabes que no gustará como “Hijos míos esta Nochebuena preferimos estar solos”  procura  adornar esas palabras con una buena dosis de cariño, ese que te ha llevado a tomar esa decisión y promete resarcir esta ausencia en la primera ocasión que sea posible.

Esta Navidad tenemos un invitado más difícil de contentar,  se llama Covid-19. Que su presencia no sea un motivo de enfrentamiento con nuestros compañeros habituales de mesa durante esta noche  tan especial.  Sé el primero en querer, disculpar, comprender y  facilitar las cosas.

Y si la toma de estas decisiones te obligan a reajustar el menú, te dejo aquí soluciones, sencillas y vistosas para que el nuevo invitado no destruya nuestro espíritu navideño.

Recetas de esas muy resultonas y que se hacen prácticamente solas.

Ensalada Navideña

Ingredientes para aliño:

Prepara la salsa, mezclando los ingredientes vigorosamente.

Lava y coloca en una ensaladera la rúcula y los canónigos.

Coloca distribuidos sobre las hojas verdes los tomates cherry, el queso y la granada.

No necesitas nada más que aliñar.

Solomillo Wellington

Echa un poco de aceite de oliva en la sartén, y marca la carne, medio minuto por cada lado. Déjala enfriar.

Extiende la lámina de hojaldre.

Coloca el queso encima.

Pon la carne salpimentada en el centro, y ciérrala, colocando los cierres por debajo.

Pinta  con huevo batido la superficie del hojaldre.

Hornéalo a 200ºC durante 18 minutos.

Tarta de frutos del bosque

Primero pon las hojas de gelatina hidratar, exprime el zumo de los dos limones y calienta el zumo con las hojas de gelatina hasta que estas se disuelvan.

Tritura las galletas, funde ligeramente la mantequilla y mezcla hasta

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una masa compacta con la que forradas el fondo del molde de la tarta

Mezcla el azúcar y la esencia de vainilla añade la gelatina, la nata líquida batiendo vigorosamente por último incorpora la fruta congelada y tritura con la mezcla anterior.

Vuelca la mezcla en la base de galletas deja que cuaje por lo menos 4 horas como todos estos tipos de tartas mejor de un día para otro.

Reserva frutas enteras congeladas para la decoración y pierde el miedo a la gelatina. Es una tarta infalible irresistible. Puedes dejarla lista el día 23 de diciembre.

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Completa el menú con un consomé (que puedes adquirir de buena calidad ya hecho en el supermercado). En menos de una hora tendrás tu cena de Nochebuena dejándote todo el tiempo del mundo para esas videollamadas navideñas en las que haremos familia con quienes no podremos pasar esta Navidad tan especial. Aprovecha la conexión familiar para bendecir la mesa.

Mar Dorrio es madre de una familia hipernumerosa y autora de "Calendario de Adviento", un libro de recetas para saborear la Navidad (Ed. Eunsa)