Emotiva carta enviada a los Reyes Magos por una alumna madrileña que ha visto cómo la covid-19 ha afectado a su familia. El 6 de enero se celebra el “Día de los Reyes Magos”, celebramos la Epifanía, la “manifestación” de Jesús a los reyes de Oriente que viajaron hasta Belén para adorar al Niño Jesús y regalarle oro, incienso y mirra (San Mateo 2, 1-12).
Sin lugar a dudas las tradiciones han creado todo un desafío este año 2020 y han significado hacer una revisión general en muchos aspectos. En lugar de concentrarse en la pérdida de lo que no se puede hacer, hay personas que están pensando en cómo crear ideas nuevas que traigan la sensación de un encuentro más tangible que hace tanta falta.
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Papá, mamá, ¿los Reyes no les trajeron nada?
Aun en medio de una pandemia mundial, la visita de los Reyes Magos no se cancelará. Por más que sea diferente, la fiesta sigue celebrándose como una experiencia positiva al compartir paz, consuelo y esperanza. Cuando nos llenamos de estos valores, es fácil que a pesar del peso de las dificultades actuales, la alegría festiva se vuelva contagiosa.
En un contexto que sigue abogando por el distanciamiento social, hay personas que se han comprometido a no permitir que la covid-19 arruine esta época tan especial del año, sobre todo para los niños. Han decidido crear oportunidades para mantener la tradición viva y fortalecer una cercanía espiritual con ellos.
La respuesta de los Reyes Magos
Este es el caso del colegio Nuestra Señora del Sagrado Corazón que pertenece a la Fundación Educativa Franciscanas de Montpellier, en la ciudad de Madrid. Sus profesores tuvieron la idea de colocar un bonito buzón para que los niños escriban a los Reyes Magos llegando a recoger un total de 156 cartas que han sido respondidas por los mismos docentes firmando como Melchor, Gaspar y Baltasar.
Esta iniciativa escolar ha acercado a los niños a despertar sentimientos y regalos más profundos además de juguetes y gracias a algunos corazones generosos, hoy más que nunca los Magos se han hecho presentes en el colegio. Y no solo en la vida de los niños y sus familias, sino también en la de los mismos profesores que han tomado un papel activo en transmitir un mensaje positivo y amoroso para ellos.
Lo único que pido es…
Las cartas de muchos niños reflejan la realidad de la vida en este año tan particular. De hecho, una de las profesoras encontró la de una niña cuyo abuelo y bisabuelo llevaban bastantes semanas encontrándose muy mal de salud en la UCI.
“Queridos Reyes Magos: Este año me he portado muy bien y espero que me traigáis muchos regalos…También, que el abuelo venga a casa y que el bisa (el bisabuelo) descanse, porfa. Reyes Magos, lo único que pido más es que mi familia sea feliz y con mucha salud y que mis hermanos tengan muchos regalos. Gracias, Reyes Magos”.
Amor compartido
En una temporada navideña en la que un virus puede separarnos físicamente, si hay algo claro es que no deberíamos separarnos unos de otros y del “amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 8: 38-39). Ese amor compartido es el motor que hace que la Navidad sea una época que reviva nuestros valores más profundos y renueve la esperanza.
La pandemia eventualmente pasará, pero el abrazo de la experiencia de las tradiciones vividas que alimentan el encuentro afectuoso compartiendo los mejores regalos como la amistad y la familia, harán que esta fiesta de Reyes se recuerde como una que brinde muchas lecciones de vida y muchos motivos para salir adelante entre todos.