El Papa ha enviado un mensaje a Biden, quien tomó posesión del cargo como 46º presidente de Estados Unidos este 20 de enero. El Papa Francisco le pidió al presidente Joe Biden construir una sociedad justa y libre, además trabajar por los derechos y la dignidad de todas las personas. Especialmente los pobres, los vulnerables y los que no tienen voz en un país duramente golpeado por la pandemia y la derivada crisis económica.
Francisco ha enviado un mensaje al 46º Presidente de Estados Unidos de América, Joseph R. Biden con motivo de su posesión en la Casa Blanca este miércoles 20 de enero de 2021.
“Con motivo de su investidura como cuadragésimo sexto Presidente de los Estados Unidos de América, le ofrezco calurosos deseos y la seguridad de mis oraciones para que Dios Todopoderoso le conceda sabiduría y fuerza en el ejercicio de su alto cargo. Con su liderazgo, que el pueblo americano continúe sacando fuerzas de los elevados valores políticos, éticos y religiosos que han inspirado a la nación desde su fundación”.
Jura su cargo en el Capitolio
Biden líder demócrata juró su cargo a las puertas de un Capitolio que, hace tan solo dos semanas, fue asaltado violentamente por una turba de seguidores del ex presidente Donald Trump.
“En un momento – continuó el Papa Francisco – en el que las graves crisis a las que se enfrenta nuestra familia humana exigen respuestas unidas y con amplitud de miras, rezo para que sus decisiones estén guiadas por la preocupación de construir una sociedad caracterizada por la auténtica justicia y la libertad, junto con el respeto indefectible de los derechos y la dignidad de todas las personas, especialmente los pobres, los vulnerables y los que no tienen voz”.
La vicepresidenta electa Kamala Harris también juró hoy junto a Biden. Se trata de la primera mujer en ocupar este puesto en el gobierno federal. Biden y Harris comenzaron este día histórico con una misa en la Catedral St Matthew de Washington. La misa fue presidida por un viejo amigo de Biden, el sacerdote jesuita Kevin O’Brien, S.J.
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Acabar con la crisis de EEUU
El nuevo presidente tiene una tarea complicada de frente: acabar con la crisis que atraviesa la nación., sanitaria, económica y social.
En este contexto, “asimismo, afirmó el Papa, pido a Dios, fuente de toda sabiduría y verdad, que guíe sus esfuerzos para fomentar el entendimiento, la reconciliación y la paz dentro de los Estados Unidos y entre las naciones del mundo a fin de promover el bien común universal. Con estos sentimientos, invoco de buen agrado sobre usted y su familia y el amado pueblo americano una abundancia de bendiciones”.
Cabe recordar que en el mismo día de la posesión de Biden, se ha cumplido el 60 aniversario del juramento de John F. Kennedy, 35º presidente de EE.UU., quien, como Biden, provenía de una familia católica.
El Papa retoma agenda Laudato Si’ con Biden
El pasado 12 de noviembre, el entonces presidente electo, Biden, llamó por teléfono al papa Francisco para expresarle su deseo de trabajar juntos para abordar la crisis climática y dar acogida a los inmigrantes y refugiados.
En efecto, los obispos católicos del país, apenas el Papa reconoció la victoria electoral del candidato demócrata, llamaron a la “unidad nacional”, agradecieron la “bendición de la libertad” y subrayaron que “el pueblo estadounidense ha hablado en esta elección”.
En esta ocasión, los obispos católicos reiteraron estar dispuestos a trabajar por el bien común de la nación y declararon hoy que no son “actores partidistas activos en la política de nuestra nación. Somos pastores responsables de las almas de millones de estadounidenses y defensores de las necesidades de todos nuestros vecinos”.
Obispos de EEUU: Trabajaremos con el presidente Biden
“Espero trabajar con el presidente Biden, su administración y con el nuevo Congreso. Como ocurre con todas las administraciones, habrá áreas en las que estaremos de acuerdo y en las que trabajaremos juntos con estrecha colaboración, pero también habrá áreas en las que tendremos desacuerdos de principios y una fuerte oposición”, indicó la declaración suscrita por el presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez.
