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6 prácticas familiares para vivir la Cuaresma en casa

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Isis Barajas - publicado el 16/02/21 - actualizado el 21/02/23
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La Cuaresma es un tiempo de penitencia y conversión en el que puede participar toda la familia. Te ofrecemos algunas ideas para crear una atmósfera cuaresmal en el propio hogar

Estamos acostumbrados a vivir el Adviento como un tiempo litúrgico con una gran fuerza familiar. Solemos poner juntos el Nacimiento, adornar la casa y el árbol, preparar calendarios o hacer juntos distintas actividades que nos preparan para la Navidad.

En cambio, la Cuaresma puede parecernos un tiempo menos amigable para los niños, por lo que solemos pasar estos cuarenta días de un modo más introspectivo y personal, sin involucrar a toda la familia.

Sin embargo, en Cuaresma se pueden hacer también prácticas muy concretas en casa que nos ayuden a todos a vivir más plenamente este tiempo litúrgico que desemboca en la gran fiesta para los cristianos, que es la Pascua del Señor.

La Cuaresma es (además de los viernes) el tiempo penitencial por excelencia de la Iglesia.

A través de la oración, el ayuno y la limosna, durante estos cuarenta días hacemos un itinerario de penitencia y conversión. Esto nos ayuda a despojarnos de nosotros mismos y de las cosas que nos alejan de Dios, para vincularnos cada vez más a Cristo.

CUARESMA
Thoom | Shutterstock

Estas tres "armas" que nos propone la Iglesia pueden vivirse de un modo particular en cada familia. Así, aunque los niños no están obligados a seguir las normas de ayuno (a partir de los 18 años) y abstinencia (a partir de los 14), sí pueden participar activamente en este tiempo litúrgico de diversos modos.

Kendra Tierney es una madre de familia numerosa y autora de varios libros sobre los sacramentos y la liturgia católica. Entre sus títulos está The Catholic all year (Ignatius), un compendio completo con ideas concretas para vivir los diferentes tiempos litúrgicos en la vida real de una familia católica.

Basada en su propia experiencia y en la tradición de la Iglesia, Tierney propone algunas prácticas familiares para abordar el tiempo cuaresmal en casa. Estas son algunas de ellas:

1Disciplinas cuaresmales personales y familiares

La Cuaresma no es un tiempo para castigarnos o hacernos merecedores de la gracia de Dios, puesto que la gracia es siempre un don gratuito. En cambio, este tiempo litúrgico viene en nuestra ayuda para acercarnos más a Dios, adoptando acciones y actitudes que nos conduzcan a Él y dejando atrás aquellas que nos distancian no solo de Dios, sino también de los demás.

Para ello, en la casa de Kendra realizan un plan de "disciplinas cuaresmales" voluntarias. Seleccionan algunas para hacer todos juntos en familia y después, cada uno, elige otra o dos más de forma individual.

EGGS
Syda Productions | Shutterstock

Para poder tenerlas presentes y recordarlas durante toda la Cuaresma, las escriben en un cartel que cuelgan en algún sitio visible de la casa. Incluyen algunas cosas como no ver la televisión o no jugar a videojuegos, rezar a menudo, dejar a los demás ir primero o hacer algo por otra persona.

El objetivo de estas disciplinas es ayudar a vivir más unidos a Dios, alejándonos del pecado y de las cosas del mundo. Kendra se lo explica a sus hijos del siguiente modo:

"No se trata de que no disfrutemos de las cosas del mundo, pero no deberíamos sentirnos como si no pudiéramos sobrevivir sin ellas. Cosas como el café, los dulces, las redes sociales, los teléfonos, la televisión e incluso nuestra comida, nuestras casas o nuestros coches no son pecaminosas en sí mismas; y es perfectamente aceptable disfrutar de ellas. Pero una vez que nosotros empezamos a verlas como cosas que necesitamos o merecemos, en vez de como regalos de Dios para usarlos en el servicio a Él, formamos un vínculo. El tiempo de Cuaresma es perfecto para desprendernos de nosotros mismos."

2Decorar el hogar acorde al tiempo litúrgico

Al igual que adornamos nuestro hogar para la Navidad, decorarla con motivos cuaresmales también ayuda a toda la familia a reconocer visiblemente el tiempo litúrgico que estamos viviendo.

En casa de Kendra Tierney, tras la misa del Miércoles de Ceniza, decoran la casa con arpillera y telas moradas; y colocan pequeños cactus o rocas en algunos rincones de la casa. Estos elementos recuerdan el éxodo del pueblo de Israel y el tiempo que pasó Jesús en el desierto antes de iniciar su ministerio público. Además, también suelen poner una corona de espinas o unos clavos que recuerdan la Pasión de Cristo.

3Calendario cuaresmal

Dado que este tiempo es muy largo, para los niños es de gran ayuda tener un calendario visible en el que vean cuántos días quedan para la Pascua. Se pueden ir tachando o recortando los días, hasta que al final se tira todo a la papelera, para dar paso al gozo pascual.

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Dziurek | Shutterstock

4Alubias de sacrificio cuaresmal

Hacer sacrificios durante la Cuaresma por amor a Dios y a los demás es también un buen modo de preparación a la Pascua. Según explica Kendra, el concepto cristiano de mortificación es morir a uno mismo para que la vida de Cristo pueda crecer en nosotros”.

Así, en casa de esta familia, llevan la cuenta de los sacrificios o buenas acciones que hacen los niños metiendo alubias rojas secas en un tarro vacío:

"Cada vez que uno de los niños hace alguna pequeña cosa de forma perfecta, como venir rápidamente cuando mamá llama, o no pelearse por quién escupe primero mientras se cepilla los dientes, consiguen meter una alubia. Cuando hacen pequeños sacrificios, como limpiar el agua que se ha derramado o dejar que otro coja el último trozo de comida, meten una alubia. Al llegar la Pascua, cambia todas las alubias que hemos puesto en el tarro por gominolas."

5Viernes de sopa y Vía crucis

El Viacrucis es una de las tradiciones piadosas de Cuaresma más populares. Sin embargo, no suele ser sencillo participar en uno con toda la familia, dado que suelen coincidir con el horario de la cena de los niños. Y además, permanecer en un clima de silencio y meditación durante un largo rato no parece muy compatible con los más pequeños.

Sin embargo, sí es posible organizar un Vía crucis en casa. Además se trata de una actividad que puede ser muy atractiva para los niños.

Todos los viernes de Cuaresma, en la familia de Kendra organizan uno. Primero cenan una sopa sencilla sin carne y con pan. Cuando el sol empieza a ocultarse realizan el Vía crucis dentro de casa o en el jardín.

Se reparten catorce velas entre todos, una por cada estación. En cada parada se lee una breve meditación, se enciende la vela de esa estación y se hace un canto. Mientras que las velas de cada estación se van encendiendo, aquellas que llevan los miembros de la familia se van apagando.

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Ruslan Huzau | Shutterstock

"Cuando llegamos a la última estación, apagamos la última vela y permanecemos en la oscuridad durante un momento. Esta es una experiencia muy potente y maravillosa para los niños y los adultos", señala Tierney.

6Velar crucifijos e imágenes

El quinto domingo de Cuaresma, al igual que se hace en muchas iglesias, se puede velar algún crucifijo y las principales imágenes religiosas de la casa con paños morados. Las cruces permanecen cubiertas hasta el final de la celebración de la Pasión del Señor el Viernes Santo. Las imágenes, hasta el inicio de la Vigilia Pascual.

Esta práctica, que se hace únicamente en las dos semanas previas a la Pascua, hace muy visible el tiempo que estamos viviendo y refuerza el anhelo de la Resurrección de Cristo.

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