El tiempo de Cuaresma, que comienza el Miércoles de Ceniza, comprende 40 días de preparación para la Pascua. Básicamente es un periodo en el que se nos invita a abrir nuestros corazones al amor de Dios, mediante unas prácticas cuaresmales: el ayuno, la oración y la limosna, que expresan la conversión en relación con nosotros mismos, con Dios y con los demás.
El Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma de 2021 nos ha recordado que para renacer como hombres y mujeres nuevos “resulta fundamental consolidar tres pilares que nos ayudan en nuestra conversión: El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación”.
Sin duda la Cuaresma nos ofrece la oportunidad para educar y aumentar nuestra fuerza de voluntad y cumplir una serie de propósitos. A grandes y a pequeños. Todos estamos llamados a unirnos a este proceso de conversión y penitencia de toda la Iglesia. Con el fin de animar a los niños a realizar un esfuerzo de mejora, podemos sugerirles que hagan un propósito semanal y lo anoten.
Las siete piernas de la Cuaresma
Es entonces cuando aparece la posibilidad de realizar una manualidad gracias a la figura de la “Vieja Cuaresma” y sus siete piernas, que representa un calendario con las semanas de duración de la Cuaresma. En cada una de sus piernas los pequeños de la familia pueden escribir su intención y plan de mejora semanal. A medida que van pasando las semanas, revisan el propósito anterior, examinando en qué medida lo han logrado, y formulan un propósito nuevo para la semana entrante.
Loading
Nos recuerda el período de ayuno y abstinencia
La Cuaresma ha generado un rico y extenso muestrario en la imaginería y arte populares. En el caso de la Vieja Cuaresma (o Señora Cuaresma) esta figura femenina, que representa una vieja con un pañuelo en la cabeza, un cesto cargado con verduras y enarbolando un bacalao en su mano izquierda, nos recuerda el período de ayuno y abstinencia característico de esta época. Los 40 días de la Cuaresma van acompañados de privaciones, de comidas poco copiosas y de abstinencia de carne. Por debajo de su larga y abultada falda, aparecen siete pies, que deben ser cortados a medida que pasan las semanas.
Loading
Esta tradición es común en muchas zonas de España, sobre todo en Cataluña y en Mallorca. Cuando llega el Domingo de Pascua, es costumbre quemar la figura, que normalmente está hecha de papel, para representar que se ha acabado este periodo. En otras zonas, como en Mallorca, cuando se llega a la cuarta semana, los niños “sierran” la figura de la Vieja por la mitad, por esta razón se le llama “Sa Jaia serrada”.
Tradición en muchos países
En algunos países como Italia, Francia o países de tradición germánica también existe esta tradición de representar a la Cuaresma como una vieja arrugada y con cierto aspecto desagradable, ya que ella es la que se impone al tiempo de Carnaval, con sus fiestas desenfrenadas y donde todo vale. De esta forma se pasa a una época más calmada, con días de ayuno, oración y orden.
En Grecia también poseen una antigua tradición que sobrevive en algunas familias cristianas ortodoxas: se trata de Kyra Sarakosti. Así llaman a la Señora Cuaresma, una figura elaborada en papel o con masa de pan, con forma de mujer y con siete pies que son cortados cada sábado durante la época de Cuaresma. La mujer tiene una cruz sobre su cabeza, que simboliza su fe; tiene los brazos cruzados, señal de que está rezando; no posee boca, porque está ayunando y para evitar charlas ociosas; tampoco tiene oídos, ya que no quiere escuchar chismes, ni calumnias ni juicios erróneos y permanece con los ojos cerrados, para vivir mejor este periodo de esfuerzo ascético.
Loading
Propósitos familiares
De hecho, es en Cuaresma cuando tenemos la oportunidad perfecta para poner en orden nuestra vida, de hacer examen de conciencia y mostrar arrepentimiento. Tal vez en la familia podamos realizar juntos una serie de propósitos que en muchas ocasiones puede suponernos una penitencia común: reducir las horas frente al televisor, disminuir el uso del teléfono móvil y consultar menos las redes sociales, o no realizar comidas copiosas, sino comidas sencillas y humildes.
Y también podemos formular intenciones familiares en positivo: leer juntos en familia, componer una bendición de la mesa especial para este tiempo cuaresmal, realizar alguna excursión por el campo. Por ejemplo, en esta época, inicio de la primavera, es típico recoger espárragos silvestres o tomillo.
Lo importante es que todos en la familia participen a su manera y a su medida en las prácticas cuaresmales, y los niños se involucren dándoles el sentido que verdaderamente tienen. No como una imposición o prohibición.
Con el fin de que los pequeños de la familia dispongan de los materiales necesarios para poder realizar esta manualidad de la Vieja Cuaresma, desde Aleteia hemos seleccionado una serie de archivos para poder descargar, imprimir en casa, recortar y pintar.
De esta manera la figura puede colgarse en un lugar visible de la casa para que los niños lo vean y utilizarse como calendario y como recordatorio de “buenas intenciones”. Así que ya solo queda reflexionar los propósitos para esta Cuaresma y escribirlos en los pies de la Vieja Cuaresma. ¡Lo niños verán que rápido pasan las siete semanas y ya estaremos en Pascua!