La vacunación contra el coronavirus en adultos mayores deja también un fuerte testimonio de amor en medio de la pandemia. En Iquitos también crece la esperanza y se está cerca de la llegada de la planta de oxígeno Este 8 de marzo comenzó en Perú la vacunación en adultos mayores de 85 años. La gran protagonista fue María Eudocia Araya Viuda de Montenegro, una mujer de 104 años que se convirtió en la primera de esa categoría vacunada en ese país.
No obstante, con el transcurrir de las primeras horas de este acontecimiento que aparece como luz de esperanza en medio de tanto dolor, también comenzaron a surgir algunas historias dignas de ser contadas.
Hogar Canavaro
Es aquí donde surge lo acontecido con Carlos Enrique del Busto, de 80 años, y Lucrecia Vásquez Maqueria, de 83. Se trata de una pareja de ancianos con 57 años de casados. Ambos residentes en el Hogar Canavaro, sitio donde continúo por estas horas la campaña de inmunización establecida por el gobierno.
Pero más allá de la anécdota vinculada a la vacunación y la alegría de estas personas por recibir las primeras dosis de la vacuna (en este caso correspondientes al laboratorio Pfizer), también hubo lugar para el testimonio de amor en medio de la pandemia.
“Le pedía al Señor que nos vacunaran”
“Estamos felices, porque este es un puente para evitar que esta pandemia nos esté atacando a nosotros los adultos mayores. Doy gracias a estar a este albergue donde estamos protegidos”, expresó Carlos, en declaraciones recogidas por el portal RPP.
Luego, su esposa, agregó: “Es una alegría grande, porque yo le pedía al Señor que nos vacunaran de una vez, porque teníamos ese miedo, ese temor, por la misma pandemia. No hemos salido para nada (en este año)”.
El amor puede más
En el Hogar Canavaro más de 300 personas fueron vacunadas, pero se ha destacado la historia de este longevo matrimonio. Según recuerda el reporte de RPP, la pareja se conoció hace casi 60 años. Se casaron, no tuvieron hijos, y desde un primer momento ambos se apoyaron para salir adelante.
“El que nos conquistó fue Dios, porque éramos amigos de buena formación, de buena educación religiosa, y eso nos lleva a una definición de conocer el amor, el matrimonio, y la vivencia de pareja, que es muy importante hoy en día”, agregó Carlos.
Por último, el matrimonio no deja de exhortar a la población a la vacunación, pues consideran que en este momento es un “medio para sobrevivir”.
Iquitos cerca de tener planta de oxígeno
El país sudamericano viene enfrentando aún los coletazos del “vacunagate”, el escándalo de la aplicación de vacunas a centenares de personas influyentes. En medio de esto, un proceso de inoculación general que comenzó el 9 de febrero, un proceso ávido de mayor celeridad.
Pero también tiempo de amenazas, crisis del oxígeno en algunas regiones como la Amazonía (Loreto) y la perseverancia de sacerdotes como Miguel Fuertes, administrador diocesano del Vicariato Apostólico de Iquitos, para conseguir una planta de oxígeno. En recientes declaraciones a Aleteia, Fuertes contó que se está cerca de lograr el objetivo de la colecta (estaban faltando unos 200.000 soles, algo más de 50.000 dólares), pero de lo que es la planta ya se logró pagar el 95%. Esto hace que en estos días finalmente la planta pueda llegar a Iquitos.
A pesar de esto la situación no deja de ser complicada. En el caso de la zona de Fuertes los casos de contagios están bajando, pero sigue habiendo muertos.
En tanto, en un país donde el número de positivos superó el millón y los fallecidos se aproximan a los 50.000, también hay lugar para testimonios como el de esta pareja de ancianos que se animan a mirar juntos hacia adelante y decir abiertamente: “No tengan miedo”.
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