El papa Francisco invitó hoy a 85 sacerdotes a alejarse del ‘clericalismo perverso’ y a tener cuidado con la “mundanidad espiritual” que es la “puerta de la corrupción”.
“Nos sirve de ejemplo la Virgen María, que con ternura de madre refleja el amor entrañable de Dios que acoge a todos, sin distinciones.” El papa Francisco recibió en audiencia a la Comunidad del Pontificio Colegio Mexicano este lunes, 29 de marzo de 2021, en el Palacio Apostólico Vaticano.
Una mirada de “ternura, reconciliación y fraternidad”, pidió el Papa a los sacerdotes mexicanos en medio de la actual crisis causada por la pandemia.
En su discurso en español agregó palabras espontáneas para que los sacerdotes enviados por sus obispos a estudiar en las Universidades e Institutos pontificios en Roma, configuren su mirada en el "amor del Señor".
“La mirada de ternura con que nuestro Padre Dios ve las problemáticas que afligen a la sociedad: violencia, desigualdades sociales y económicas, polarización, corrupción y falta de esperanza, especialmente entre los más jóvenes”.
Salir al encuentro de la gente “es la indicación para los presbíteros mexicanos que se preparan en Roma para volver a sus país, a través de "una auténtica misericordia", como la del Buen Pastor.
Sacerdotes con una “auténtica compasión, tanto por las ovejas que le son confiadas como por aquellas que se encuentran extraviadas”.
“No clericalizarnos, el clericalismo es una perversión", afirmó el Papa de forma espontánea. Hace falta, además, "una mirada de reconciliación" por "las dificultades sociales que atravesamos, las enormes diferencias y la corrupción”.
Asimismo, pidió proteger a los más humildes y a los indígenas.
En este sentido, el Papa hizo una referencia a la ‘tilma’ de San Juan Diego, el indígena a quien hace casi 489 años se le apareció Nuestra Señora de Guadalupe, según la tradición (12 de diciembre de 1531).
“Las dificultades sociales por las que atravesamos, las enormes diferencias y la corrupción nos exigen una mirada que nos haga capaces de tejer los distintos hilos que se han debilitado o han sido cortados en la multicolor tilma de culturas que conforma el tejido social y religioso de la nación, prestando atención, sobre todo, a aquellos descartados a causa de sus raíces indígenas o de su particular religiosidad popular”.
“Los pastores estamos llamados a ayudar a recomponer relaciones respetuosas y constructivas entre personas, […]y comprometerse en el restablecimiento de la justicia”, anotó.
Por último, exhortó “a tener una mirada de fraternidad”. “Necesitamos la luz de la fe y la sabiduría de quien sabe “quitarse las sandalias” para contemplar el misterio de Dios y, desde esa óptica, leer los signos de los tiempos”.
El Papa invitó a los sacerdotes del país con el mayor número de católicos en Hispanoamérica “a profundizar en las raíces de la fe” en medio a “un rico proceso de inculturación del Evangelio”, del que es modelo Nuestra Señora de Guadalupe”.
“Ella nos recuerda el amor de elección de su Hijo Jesús al hacernos partícipes de su sacerdocio. Por eso, recurran con confianza a la Morenita, Madre de Dios y Madre nuestra, y pídanle lo que necesiten, sabiendo que nos tiene bajo su sombra y resguardo”.
“A Ella y a san José, que es modelo de participación en el misterio redentor con su servicio humilde y silencioso, y cuyo año estamos celebrando, les pedimos que cuiden a todo el Clero de México y a la comunidad de este Pontificio Colegio Mexicano. Que el Señor los bendiga. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias”, concluyó el Papa.