La Federación Empresaria Hotelero Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) ha publicado la obra más completa realizada hasta el momento de turismo religioso en la Argentina.
Se trata de un recorrido por cientos de ciudades y parajes del país en los que la fe, como parte de la historia y la cultura de los pueblos, supone un atractivo especial que moviliza mucho más allá de la religión profesada.
“Turismo de Fe” puede descargarse de manera gratuita en este sitio, portal en el que además se destacan pasajes del libro, fotografías, y mapas.
Mientras la pandemia sigue desandando y en la Argentina se desata una preocupante segunda ola, bien vale "Turismo de Fe" como ejercicio de viaje mental y espiritual, y preparación para vacaciones con mayor libertad y menos restricciones de movilidad.
El compendio repasa grandes e históricas devociones urbanas como Nuestra Señora del Valle en Catamarca, o Itatí en Corrientes, pero también contemporáneas historias de amor con la Virgen de remotos poblados entrerrianos como Hasenkamp, Entre Ríos.
Recorre el camino de las huellas de santos de la primera evangelización que caminaron estas tierras como San Francisco Solano en Santiago del Estero, pero también de los ya nacidos en esta patria, como el santo Cura Brochero en Córdoba.
Visita templos de gran renombre, belleza y valor arquitectónico como la catedral de Salta o los grandes templos del circuito histórico cordobés, pero también encuentra en el campo bonaerense de Puán el cerro mirador del Milenio, una construcción contemporánea que asombra y habla de una fe que se hace cultura día a día, una fe que no es cosa del pasado.
Se trata de una increíble edificación culminada hace poco más de diez años basada en el Pozo de San Patricio, de Orvieto, Italia.
"Turismo de Fe" acierta en encontrar en pueblos como este de la provincia de Buenos Aires valor histórico que bien vale una escapada como en Laprida el imponente Cristo de su cementerio. Lo mismo en cada gran ciudad de las provincias, en las que apunta escapadas para encontrar capillas e incluso puntos de peregrinación como el Cristo Bendicente del Cerro San Javier, en Yerba Buena, Tucumán, de 28 metros de altura.
Es en Tucumán donde la obra da pistas también para entender y contemplar como la fe tiene mucho que decir en la historia de la conformación de la Patria, porque entender los orígenes de la Argentina en Tucumán es también entrar en diálogo con la fe del pueblo cristiano de entonces.
Pero Turismo de Fe no se agota en la religión católica. Incopora muchísimas joyas arquitectónicas de origen protestante, judío, y pone en valor el gran legado interreligioso de múltiples ciudades, no tan solo Buenos Aires.
La convivencia en la diversidad religiosa de Moisés Ville, en Santa Fe, es un gran ejemplo de las religiones mostrándole al pueblo un camino de encuentro, donde la cuasi parroquia de la Merced está emplazada en un terreno donado por la comunidad judía, en un pueblo de sinagogas y espacios israelitas.
La fe se expresa en templos, pero también en peregrinaciones de montaña, sierra, llanura, suburbios, náuticas, reflejadas siempre con valor, y contextualización histórica. Se respira en la obra y las fotos el carácter de gran parte de los pueblos peregrinos y las huellas de una cultura prehispánica que vuelca todo su color a la devoción cristiana. Y en cada caso, otro acierto de "Turismo de Fe", una aclaración de lo representativo y lo sorprendente. Porque puede y hay muchas semejanzas, pero nunca la historia de amor de cada pueblo con el Santo al que le tiene devoción, o con la advocación mariana que sea, se repite.
Quizá se echa en falta algo más de exploración profunda en el inmenso valor de la fe cristiana para la ciudad de Buenos Aires, donde sí se resalta con mucho tino el diálogo interreligioso. Pero hay tesoros en templos de la ciudad de valor nacional e internacional que se dejan de explorar. Y se priorizan algunos rasgos y menciones a prácticas más tántricas que religiosas que, si bien hay evidencias de ellas, no son representativas de la identidad de los pueblos.
En suma, pese a ello, "Turismo de Fe" es una magnífica recopilación de lo atractivo de la religiosidad argentina. Como explican, la fe mueve montañas, pero también moviliza pueblos que se expresan cultural y socialmente con la misma piedad que lo hacían desde los años del primer anuncio. Es una obra ventana a una identidad cultural argentina que estuvo y está impregnada de fe, por más que algunas corrientes urbanas quieran encerrar las puertas de las iglesias y de los corazones creyentes en vez de abrirlas.