San Nicolás de Flüe es el patrono de Suiza. Son muchas las personas que le tienen devoción y admiran su vida, un ejemplo de fidelidad a Dios en medio de situaciones complejas.
Participó en la vida política y militar de su tiempo, fue padre de familia (tuvo 10 hijos) y un buen día pidió permiso a su esposa y a su prole para alejarse de la población y llevar vida eremítica.
La paz y la equidistancia de Suiza en medio de los conflictos internacionales le deben mucho a este santo, que supo mediar y mover a la concordia a los que estaban enfrentados.
Flüeli-Ranft, turismo de montaña y religioso
Ahora, en el siglo XXI, podemos visitar el paraje donde se encuentra el lugar donde vivió san Nicolás de Flüe. Se llama Flüeli-Ranft y es un lugar de peregrinación situado entre Interlaken y Lucerna, en medio de los Alpes.
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La excursión vale la pena por las panorámicas que ofrecen las montañas de los Alpes y por la devoción que suscita este santo.
El lugar propone hoy una visita a la cabaña donde san Nicolás de Flüe llevó vida eremítica. era poco más de una habitación, lo suficiente para vivir aislado, en oración y penitencia, y a la vez en contacto con la naturaleza.
Una ermita y un santuario mayor
Junto a la cabaña levantada en torno al año 1400, sin embargo, se edificó una ermita en la que se venera al santo. Se reconstruy a finales del siglo XVII.
Y no lejos de allí el visitante también puede acceder a una segunda capilla, de mayores dimensiones, que contiene frescos del siglo XVI.
La visita a la cabaña da idea de la vida eremítica de san Nicolás. Además, podemos completar el recorrido con una visita a la casa familiar, que está en el pueblo y es de acceso público.
Flüeli-Ranft cuenta con el río Melchaa, que baña la zona y permite bonitas excursiones de senderismo. Allí está el Hohe Brücke, el puente de madera más alto de Europa, nada menos que a 100 metros de altura sobre el río.