Una renovación de la iglesia más grande de Hungría, la catedral de San Adalberto de Esztergom, ofreció a los obreros la rara oportunidad de recuperar una cápsula del tiempo de hace 176 años. La cápsula estaba protegida dentro de la enorme cruz que corona la cúpula, la más alta de Hungría. El contenedor de cobre sellado sobrevivió a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Según informa Reuters, la cápsula fue colocada dentro de la cruz en 1845 por el arzobispo Jozsef Kopacsy y el arquitecto principal Jozsef Hild. El recipiente de cobre cilíndrico muestra daños por los bombardeos sucedidos durante la Segunda Guerra Mundial, pero el contenido, por fortuna, se ha preservado.
Los documentos dentro de la cápsula están siendo estudiados por Csaba Torok, director del Tesoro de la catedral. Torok explicó que los documentos ocultos dentro de la cápsula ofrecen un “raro vistazo” de la época en que se construyó la catedral. Según dijo:
El arzobispo Kopacsy sabía que no podría completar la construcción en su vida, así que, cuando la cruz fue terminada, quiso dejar en su interior una huella de la memoria de los constructores y de su época.
Los documentos que se han extraído incluyen una cronología de los hitos de la construcción y un libro con nombres del clero y de las parroquias.
Torok, con tono irónico, señaló que, por desgracia, no había monedas del siglo XIX en la cápsula del tiempo. Estos objetos del pasado habrían podido ayudar a financiar la restauración de la catedral. Sin embargo, sí alabó el valor de la cápsula como conector con el pasado.
Al personal de la catedral le gustaría colocar una nueva cápsula del tiempo dentro de la cruz antes de que sea restaurada. Sin embargo, ya que la obra progresa con rapidez, tendrán que apresurarse para reunir el contenido antes del 30 de junio. No especificaron si dejarían algunas monedas modernas que pudieran ayudar a financiar futuras restauraciones.