Ese abrazo no es uno más. Es la alegría y la emoción del reencuentro. En este caso no por haber superado el coronavirus o por haber estado largo tiempo sin verse luego de un largo viaje. Es el amor de un padre que se reencuentra con sus dos hijas que habían sido reportadas como desaparecidas.
La foto, captada en la tarde de este 26 de abril, finalmente muestra un final feliz. Sara y Sofía están sanas y salvas. Pero para llegar a ese momento de suma emoción junto a su padre de nombre Joel Oviedo, tuvieron que atravesar un tiempo de agonía.
Sara y Sofía, dos hermanas de 12 y 13 años de nacionalidad venezolana, permanecían desaparecidas desde el pasado 22 de abril. Según recuerdan medios como El Comercio, habían sido vistas por última vez en las inmediaciones del colegio Don Bosco ubicado al norte del Quito.
Sin embargo, una vez desatadas las alarmas, comenzó el trabajo de investigación, algo que derivó en que finalmente fueran encontradas en la localidad de Piura, Perú.
El hallazgo se produjo luego de que la Policía de Perú encontrara a Sara y Sofía arriba de un bus junto a dos mujeres. Pero para llegar a eso, prosigue en otro artículo El Comercio, fue necesario un trabajo de cooperación que incluyó unidades especializadas de la Policía de Ecuador, pero también la Policía de Perú intervino.
"El trabajo coordinado entre las policías de Ecuador y Perú permitió ubicarlas. Se coordina su retorno al Ecuador", agregó Martínez.
También se esbozó que el hallazgo fue posible luego de que un hombre alertara a la Policía de haberlas visto gracias a reconocerlas por una imagen de las niñas difundas en redes sociales. El padre de estas niñas de manera inmediata viajó junto a un contingente policial para volver a ver a sus hijas.
Las menores estaban junto a dos mujeres, que ya fueron detenidas. Una vez el abrazo que conmueve y una historia que, si bien contó con la coordinación de dos países, finalmente involucra a tres. De fondo una vez más el tema de la migración –en este caso de venezolanos-, las posibles vulnerabilidades a la que están expuestas las personas, etcétera.
Sara y Sofía podrían ser tus hermanas o tus hijas. Vaya si hay motivo para agradecer que una vez más hayan sido rescatadas. En definitiva, esto es lo que llena de alegría: que las niñas pudieron regresar a la vida y a sus familias.