El papa Francisco pidió a los Guardias Suizos seguir siendo la cara amable, cortes y hospital de la Iglesia dado que ellos están a contacto con el público de fieles, peregrinos y turistas que visitan a diario el Vaticano.
“Los peregrinos y turistas que acuden a Roma tienen la oportunidad de experimentar la cortesía y la amabilidad de los guardias en las distintas entradas de la Ciudad del Vaticano. No olvidéis nunca estas cualidades, que constituyen un bello testimonio y un signo de la hospitalidad de la Iglesia”.
El Papa ha recibido en la audiencia hoy a los miembros de la Guardia Suiza, junto a sus familias, con motivo del juramento de los reclutas.
Precisamente, esta tarde, en el Cortile San Damaso del Palacio Apostólico se desarrolla el juramento de 34 nuevos reclutas. “Su presencia atestigua el apego de muchos católicos suizos a la Iglesia, y en particular a la Sede de Pedro”, dijo Francisco a las familias de los nuevos miembros del ejercito pontificio.
El ejército más pequeño y antiguo del mundo, fundado por el Papa Julio II en 1506, se encarga de la protección de los Papas. Ellos juran dar la vida por proteger al Sucesor de Pedro. además se encargan de la vigilancia de los accesos al Vaticano, realizan servicios de orden y representación durante las ceremonias papales y las recepciones de Estado.
La Guardia Suiza vigila el Colegio Cardenalicio durante la Sede Vacante. El cuerpo está formado por guardias de toda Suiza. La mayoría procede de los cantones de San Gallo y Valais, y del cantón de Lucerna.
“Los lugares donde los nuevos reclutas son llamados a servir están cargados de historia; desde la creación de la Guardia Suiza Pontificia, muchos jóvenes han cumplido con compromiso y fidelidad esa particular misión que el Cuerpo sigue desempeñando hoy. Algunos han llegado a sacrificar su propia vida para defender al Papa”, dijo.
El juramento de fidelidad hasta la muerte y por la eternidad al Papa se realiza en memoria de los 147 Guardias Suizas que murieron defendiendo el Papa Clemente VII durante el Saqueo de Roma (06.05.1527).
El Papa saludó al coronel Christoph Graf, quien dirige el Cuerpo de la Guardia Suiza, al capellán, a los oficiales y suboficiales y a todos los miembros del Cuerpo.
Por último, expresó sus mejores deseos a los jóvenes reclutas y dijo esperar que tengan “experiencias espirituales y humanas fructíferas tanto en el Vaticano como en la ciudad de Roma”.
En la mañana de hoy, Francisco también ha recibido en audiencia al Presidente de la Confederación Helvética, Guy Parmelin, a quien recordó el generoso servicio de la Guardia Suiza Pontificia en el día de la jura de sus nuevos miembros.
En el contexto del reciente centenario de la reanudación de las relaciones diplomáticas, se reafirmó la voluntad de reforzar esta colaboración mutua en las principales cuestiones internacionales y en los ámbitos de interés común, informó el Vaticano.
Esta mañana, los nuevos miembros de la Guardia Suiza asistieron a una Misa en el Altar de la Cátedra en la Basílica de San Pedro. En su homilía, el cardenal Pietro Parolin les agradeció por el servicio que prestan a la Santa Sede y por la protección del Papa: “El juramento no es sólo una etapa importante y solemne, sino un verdadero momento de discipulado”.