Últimamente me escriben muchos lectores de mis libros y de estos escritos que publicamos en Aleteia. No saben cuánto les agradezco.
Nos acompañamos en este camino, anhelando la santidad, el deseo de vivir con Dios en medio de nosotros y juntos escalamos su montaña santa.
Una joven me escribió sintiendo que perdía la fe. Tenía miedo por todo lo que estamos viviendo en el mundo con esta pandemia.
Y no es para menos.
Hoy leí de una petición de oraciones para un señor al que la esposa se le murió por el Covid-19. Él estaba grave y sus hijos todos enfermos. ¡Santo cielo!
¿Cómo comprender estas cosas? Yo no puedo, así que oro y me fío de Dios.
Hace años dejé de preguntar, cuestionar a Dios, y me dediqué a confiar. Sencillamente me abandono en sus brazos paternales, y le digo:
Dios es un Padre maravilloso.
Sé que Él tiene los mejores planes para ti, para mí, y para cada uno de nosotros y nos espera ilusionado en la Eternidad para que estemos a su lado, con Él.
Si conociéramos el amor de Dios por nosotros, toda nuestra vida cambiaría. Dejaríamos a un lado los temores, las dudas, las inquietudes.
Hay motivos muy sencillos para ello, Dios es TODOPODEROSO. Y además es nuestro Padre.
En medio de las dificultades, la enfermedad, el miedo, las situaciones a las que no encuentras sentido, fíate de Dios, confía en Él, abandónate en su amor y ora con fervor, con persistencia, sin cansarte ni rendirte.
Recordé un salmo maravilloso (121) que me ayuda cuando tengo preocupaciones.
Me agrada orar con él en voz alta, porque sé que el buen Dios nos mira desde el cielo complacido por nuestra confianza y escucha y siempre responde nuestras oraciones. Te aseguro que Él te escuchará.
"Dirijo la mirada hacia los montes:
¿de dónde me llegará ayuda?
Mi socorro me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Él no dejará que resbale tu pie:
¡tu guardián no duerme!
jamás lo rinde el sueño
o cabecea el guardián de Israel.
El Señor es tu guardián y tu sombra,
el Señor está a tu diestra.
Durante el día el sol no te maltratará,
ni la luna de noche.
Te preserva el Señor de todo mal,
él guarda tu alma.
Él te guarda al salir y al regresar,
ahora y para siempre".
Escríbeme y cuéntame tus experiencias con el buen Dios.Te dejo mi correo electrónico. cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!