Las madres son un don precioso de Dios, tienen una gran responsabilidad con lo Creado. Ellas con su ternura, su gran capacidad de amar son responsables de acompañar a sus hijos que por sobre todo son “hijos prestados por Dios” para conducirlos por el camino del bien, de la bondad, de la caridad, de las tantas virtudes que hacen el día de mañana a un hombre o una mujer de “bien”, por decirlo así.
Les aseguro que no es tarea fácil, más aun al día de hoy, donde muchas mamás además de cuidar sus hijos, deben mantener la casa en orden y ayudar a la economía familiar.
Ellas nos protegen, nos instruyen, nos educan, y no solo desde niños, quien es mamá sabe bien que su “profesión” es para siempre, como es para siempre su amor incondicional, por lo tanto un hijo de 1 año, 10, 30, 50, y para las más afortunadas 70 es igual, tanto igual si está a 50 km de casa o a 10.000km.
Es tan importante el rol de la madre que Dios nos unió a todos como hermanos de una sola Madre, la más perfecta, la más pura María, quien debe ser ejemplo para todas nosotras las mamás, sobre todo consuelo, ante nuestras “caídas”, o “ya no puedo más” o cuando simplemente se hace una con el dolor de su hijo.
En la Biblia también podemos encontrar no solo los maravillosos ejemplos de sacrificio de una madre, sino también el reconocimiento a ellas. Te compartimos algunos versículos dedicadas a todas las mamás:
