Durante el fin de semana, el periódico español EL MUNDO anticipaba la posibilidad de que la archidiócesis de Barcelona cerrara 160 parroquias por lo que denominaban: “la pérdida de fieles y la politización de la Iglesia catalana”. En su información mostraban que “el 56% declara pertenecer a esta confesión en toda Cataluña, el menor porcentaje de toda España”.
El arzobispado de Barcelona ha enviado un comunicado a los medios de comunicación explicando la noticia y clarificando lo que consideran “informaciones imprecisas”.
Según explica la nota se está trabajando en una comisión mixta “que redactara un documento de trabajo de reestructuración/remodelación parroquial diocesana”.
“Al cabo de un año y medio de trabajos se ha presentado una propuesta, a fin de que sea estudiada a fondo por todos los niveles diocesanos: Consejo Episcopal (obispos y Vicarios episcopales), arciprestazgos, consejos del presbiterio y pastoral diocesanos, las parroquias y sus consejos. Y en eso estamos”, explican desde el arzobispado.
Sobre el cierre de las parroquias, desde el arzobispado muerstran que es “completamente falso que la propuesta proponga el cierre de 160 de las 208 parroquias del Arzobispado y la conservación de solo 48 parroquias, con lo que se cercenaría drásticamente la presencia evangelizadora y social”.
“La reducción de párrocos no significa la reducción de templos”, explican: “Lo que se pretende es precisamente reforzar la presencia pastoral, adaptándola a las necesidades actuales y futuras, tal como se ha hecho en otras diócesis como la de Milán, con buenos resultados. Por ello, la propuesta en Barcelona sugiere agrupar todas las parroquias de la diócesis en 48 «Comunidades pastorales» de entre 3 y 6 parroquias alrededor de una parroquia central de un barrio o comarca, con el fin de facilitar una mejor coordinación, una adecuada especialización (jóvenes, acogida, formación, etc.)”.
Reconocen que “hoy en día se hace más difícil que todas las parroquias puedan ofrecer todos los servicios, con perjuicio de la evangelización y las prestaciones actuales” y no descartan que “se puedan suprimir algunos centros de culto, que no superaría los diez templos”.
En la nota hacen una reflexión sobre la secularización que “es un fenómeno de Europa Occidental y Canadá al menos desde los años cincuenta o sesenta”: “La mayoría de las diócesis españolas están experimentando el mismo proceso de secularización, lo que fuerza que los párrocos atiendan diversas parroquias simultáneamente. La voluntad de presentar un estudio previo sobre una eventual reorganización diocesana es obtener una mejor distribución de los recursos pastorales, a fin de obtener la máxima eficacia pastoral y el adecuado sostenimiento de las unidades pastorales resultantes”.
De igual manera contestan a la información sobre la situación económica de la diócesis: “La tasa de contribuyentes que marcan la X en la declaración de la renta es baja en Catalunya, pero en cambio Barcelona la cantidad aportada es la segunda después de Madrid”.
Terminan el comunicado explicando que “el Arzobispado de Barcelona mantiene desde hace muchos años un claro equilibrio económico, tal como consta en las auditorias anuales y en las cuentas diocesanas, y que ahora permite afrontar la crisis económica provocada por la actual pandemia”.