“¡Mamá, papá, mirad!”. Ya sea desde lo alto de un tobogán o enseñando un dibujo que acaban de hacer, los niños reclaman la atención de sus padres, como es natural. Y necesitan de esta atención para desarrollarse bien. A veces, el apetito de algunos parece incluso inagotable, hasta el punto de hacer cualquier cosa para hacerse notar. “Por extraño que pueda parecer, muchos prefieren recibir una atención negativa (incluso un cachete en el trasero) antes que ser ignorados”, explica Elizabeth Crary, educadora estadounidense especializada en apoyo a la paternidad y autora de muchas obras sobre educación.
Un comportamiento ligado a la necesidad de pertenencia que manifiesta el niño o la niña. “Para los más pequeños, la atención que les dedicamos es un signo de pertenencia”, continúa la especialista. “Si no consiguen captar esa atención, deducen que no tienen lugar entre los demás, que no forman parte del grupo familiar”. Por tanto, es conveniente intervenir con antelación para cubrir esa necesidad. Lo primero es dedicar al niño palabras de afecto: “estoy orgulloso/a de que seas mi hijo/a”, “me encanta estar contigo”, etc.
La atención puede ser también de orden espiritual. Podríamos dedicar un tiempo, a la hora de acostarse, para bendecir a nuestro hijo, pronunciando la hermosa oración del Libro de los Números: “¡Que el Señor te bendiga y te guarde!”. Es una hermosa manera de mostrarle que tiene valor ante nuestros ojos.
La atención se expresa también en otros aspectos y ofrecerla a diario no requiere demasiado tiempo ni es complicado. Existen múltiples maneras de hacerlo: expresar breves manifestaciones de amor, tener gestos de ayuda o de apoyo, compartir momentos y actividades con los hijos… En su obra Arrête d’embêter ton frère, laisse ta sœur tranquille (“Deja de chinchar a tu hermano, deja tranquila a tu hermana”, editorial JC Lattès, en francés), Elizabeth Crary distingue treinta maneras de ofrecer atención.
Dar un abrazo
Cantar con ternura
Soplar un beso
Tener gestos cariñosos espontáneos
Pasar la mano por el pelo
Acariciar el brazo
Sonreír
Poner una pinza de pelo en su sitio
Atarle los cordones
Deletrear una palabra
Barajar las cartas
Equilibrar un bloque de un juego
Observarlo durante un momento
Cogerle de la mano
Leer un libro
Dar un baño
Dar un gran abrazo familiar
Ayudar al niño a llamar a un amigo
Dar patadas a un balón de fútbol
Jugar a las cartas
Jugar a la pelota
Preparar una tostada
Preparar una tarta
Plantar flores
Ir al parque
Hacer un vestido para una muñeca
Reparar un juguete
Pintar la habitación de un adolescente
Organizar una fiesta de cumpleaños
Ir a recoger castañas