Venezuela fue en otros tiempos un destino apetecible, abierto y sin impedimentos para los emigrantes que querían rehacer sus vidas en esas tierras. Las últimas oleadas llegaron antes, durante y después de la II Guerra Mundial. La nación suramericana desde siempre recibió a españoles, portugueses y alemanes. También a quienes llegaron desde Italia.
Así lo recoge la historia y lo recuerdan dos recientes producciones cinematográficas que han elevado el reconocimiento internacional del cine venezolano al conquistar premios en el Do Ut Des Film Festival. En este caso un evento celebrado entre marzo y mayo en la Toscana de Italia.
Los cortometrajes Me llamaban Pietro, del director Pedro Mercado y Trámite de Admisión, de Tullio Cavalli y Abraham Tovar, hablan de esta temática.
Son muchas las historias de emigrantes italianos, familias, empresas y éxitos. También, dan a conocer las tragedias sufridas en estos últimos años como consecuencia de la crisis que se vive en Venezuela, obligándolos a regresar a la patria que los vio nacer. Sin embargo, es en Trámite de Admisión, donde se cita un “secreto guardado” en el vapor “Lugano” que partió desde Génova (Italia), con 500 emigrantes rumbo a Venezuela.
La travesía inicia a finales de mayo de 1947. Pero un día para llegar a su destino es cuando los emigrantes conocen que el cuerpo del mártir, Salvador Montes de Oca, también viajaba con ellos en la embarcación. Hombre que fuera asesinado por los nazis el 6 de septiembre de 1944. Con esta noticia fueron recibidos en La Guaira el 11 de junio de 1947.
“Mi nonna se llamaba Gioconda Tardelli. Era el día de su cumpleaños”, dice el testimonio del corto realizado por Tullio Cavalli y Abraham Tovar. Este trabajo obtuvo el Trip to Italy Award. Habla de cómo y cuándo llegó su abuela a Venezuela.
“Precisamente, llegaron en el mismo barco en el que viajaba el cuerpo del venezolano Salvador Montes de Oca, segundo obispo de Valencia (Venezuela), quien fue asesinado en el año 1944, en Italia, por las fuerzas de las SS”, narra el actor.
“La noche antes de atracar, mi abuela supo de esto mientras cenaba en una hermosa mesa, presidida por el capitán del barco que, posteriormente, la llevó a la bodega de la embarcación donde se encontraba el féretro de ese obispo, y le dijo: ¡aquí viaja un santo!”.
Aunque la filmación de 8 minutos es considerada de visión “retro futurista”, sustenta esta parte de la historia de monseñor Andrés Salvador María del Carmen Montes de Oca Perera. Se trata de un venezolano que nació en Carora, estado Lara, el 21 de octubre de 1895. Actualmente es Siervo de Dios y se encamina a los altares de la santidad. La dramática historia de su muerte pudiera convertirlo en el primer obispo mártir de Venezuela.
El encuentro de los emigrantes con los restos de Montes de Oca, también se puede leer en El Nacional. La señora Marta Rosa Cernicchiaro Mazzone era una de las pasajeras y es citada como testigo de esa historia. No obstante, la entonces joven mujer ni los demás pasajeros imaginaron lo siguiente, dice el portal:
“Que aquella travesía de 18 días tendría un halo enigmático que solo se develaría la última noche del periplo trasatlántico”.
“El capitán del barco había convocado a Marta y a su esposo, Biagio Brando Santoro, a una cena especial de despedida, que sería aprovechada para compartir un secreto sumarial”.
Así lo dice el portal, sustentado en la investigación de Ricardo Vielma -11 de noviembre de 2018-, para la fecha seminarista de la Arquidiócesis de Mérida.
La anciana atestigua que el capitán reveló a sus invitados que aquel viaje había estado acompañado de un mar tan apacible. Jamás visto en su larga vida de marinero. Esto debido a que el barco transportaba en sus entrañas los restos mortales de un santo, sin duda una carga fuera de lo común.
“Al finalizar la cena, el capitán atribuyó el sosiego del mar al valioso encargo y para demostrarlo, condujo al grupo de comensales a la bodega principal del vapor, en donde se hallaba un gran cajón de madera bellamente esmaltado”.
Marta escuchó atónita la descripción sobre la vida y el martirio que experimentó el sacerdote colocado en el ataúd. Montes de Oca, quien con los cartujos asumió el nombre de Hermano Bernardo María, fue torturado durante varios días, para luego ser fusilado. Se le acusó de “esconder y proteger a judíos en la Cartuja Farnetta de Lucca, a los que defendió hasta ofrendar su vida cuando apenas cumplía 49 años”, publica el medio.
El 11 de junio de 1947 llegaron a La Guaira, los restos de monseñor Montes de Oca. Fueron recibidos por representantes del clero y diversos sectores de la vida nacional. El 13 de ese mismo mes fueron trasladados a Valencia. Ahí fueron llevados en hombros por la población hasta la Catedral Metropolitana donde fue sepultado en el baptisterio.
El 23 de octubre de 2015, monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de Valencia (Venezuela) introdujo ante la Congregación para las causas de los Santos el proceso de canonización de monseñor Salvador Montes De Oca, el segundo obispo de esa ciudad.
De acuerdo con Reyna Lara de Montes de Oca, casada con un sobrino nieto del segundo obispo de la diócesis de Valencia (Venezuela) y presidenta de la fundación que lleva el nombre del mártir, los promotores de su causa aspiran que, en su beatificación, el cuerpo del obispo sea enterrado en la capilla del Santísimo Sacramento del Altar de la capital del estado Carabobo. Aquí su sueño y su devoción de toda la vida.
“Por haber ganado en la sección Remix Culture del Do Ut Des Film Festival, los cortometrajes venezolanos serán distribuidos por todo el territorio italiano durante un año", dice la nota enviada a Aleteia desde la embajada de Italia.
Asimismo, indicaron que Me llamaba Prieto y Trámite de Admisión, continuarán los próximos meses su recorrido en otras muestras cinematográficas. Por lo pronto, ambas producciones estarán en el mes de julio en el Festival de Cine Venezolano.
Para disfrutar de estos audiovisuales, las personas interesadas pueden conectarse al canal de YouTube del Istituto Italiano di Cultura di Caracas. Ahí están disponibles todos los cortos que resultaron ganadores en la primera edición de “Fare Cinema”. Esto según expresaron los organizadores del festival que este año estuvo dedicado al tema de la emigración.