“Debemos ayudar a los jóvenes a superar el analfabetismo afectivo que les impide descubrir qué es lo que el amor pide a cada persona”.
Este es el reto que planteó Juan José Pérez-Soba, profesor ordinario del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las ciencias del Matrimonio y la Familia (Roma), el pasado 28 de mayo.
Pérez-Soba recordó que los afectos son una cuestión central a la hora de formar a los jóvenes: "La educación -señaló- tiene que ser una educación ante todo en los afectos; y obviarlo genera un vacío en los jóvenes que les dificulta encontrar el sentido de aquello que están viviendo".
Pérez-Soba subrayó la necesidad de que las instituciones universitarias recuperen su papel en la sociedad como motor de pensamiento. El experto animó a que "la universidad no responda solo a urgencias, sino sea capaz de mirar a un horizonte que permita a sus alumnos encontrar su propia identidad".
Para ello, tiene que ser un lugar de un pensamiento libre. Necesita crear un sistema de relaciones entre los miembros de la comunidad universitaria que genere precisamente ese tipo de pensamiento para que les oriente en la mejor forma de vida que puedan adoptar.
La preocupación por cómo educar los afectos despierta enorme interés y no sabe de fronteras.
Pérez-Soba intervino como experto en el curso "La educación de la afectividad: principios antropológicos y aplicaciones prácticas", que organizó el Instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra. Asistieron nada menos que 5.000 personas, la mayor parte de ellas conectadas online desde 47 países.
En el mismo curso intervino Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública e investigador del proyecto Educación de la afectividad y de la sexualidad humana del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra.
Irala destacó que los jóvenes tienen un anhelo profundo de entregarse a otra persona. "Podemos ayudarles en su camino de crecimiento. El primer paso es que se sientan sinceramente acogidos, queridos, por quienes les acompañamos", destacó.
Al mismo tiempo, el investigador expuso cuatro oportunidades que se presentan ante "cualquier pregunta de nuestros hijos sobre afectividad y sexualidad". El diálogo muestra la posibilidad de explicar aspectos acerca de:
La búsqueda de la propia identidad es algo que a los jóvenes inquieta. ¿Cómo acertar para que se les ayude a construir una personalidad robusta?
En el curso, habló de este tema Nieves González Rico, directora académica del Instituto “Desarrollo y Persona” de la Universidad Francisco de Vitoria.
Esta investigadora subraya que, para ayudar a los jóvenes, es importante que existan docentes "que anuncien la grandeza y belleza de la sexualidad". Destacó "la labor fundamental para abordar con sencillez y naturalidad lo referente a la identidad personal de los alumnos: ¿yo quién soy? ¿yo para quién soy?".