“A medida que los días van pasando ya se van calmando las cosas. Hemos perdido a algunos abuelos, es cierto. Tenemos una hermana internada (estable). Acá todavía siguen los doctores y enfermeras, que nos están ayudando bastante”, dijo a Aleteia la hermana Cecilia, una de las religiosas de la Madre Teresa de Calcuta (Misioneras de la Caridad) que está presente en Uruguay.
Cecilia es de origen panameño y junto a otras cinco hermanas está cursando la enfermedad del coronavirus desde hace algunos días luego que se confirmara un fuerte brote en el Hogar San José (Las Piedras, Canelones). Esta compleja situación ya ha dejado algunas personas fallecidas, además de más de 80 personas contagiadas.
Una vez conocida la noticia del brote en este hogar de ancianos, que por estas horas hace las veces de hospital, los mensajes de aliento y oraciones no se han hecho esperar. Incluso, en los últimos días las propias religiosas de ese hogar dieron a conocer un comunicado, reproducido por la Iglesia de Uruguay, en el que contaban qué medidas se habían implementado luego de que un integrante del personal contratado presentara síntomas de la enfermedad.
Pero también, en todo momento, expresaron agradecimiento acerca del trato y cuidados recibidos en Uruguay, máxima a sabiendas que la mayoría de estas religiosas son extranjeras.
“Estamos bien atendidas por los uruguayos”, había dicho también a Aleteia el viernes 28 de mayo una de las religiosas provenientes de la India y que también cursa la enfermedad.
No obstante, más allá de la situación particular del Hogar San José en Canelones, a pocos kilómetros de Montevideo, las Misioneras de la Caridad también confirmaron a Aleteia que por estas horas los contagios de coronavirus afectan a las tres comunidades en las que están presentes en el país sudamericano.
Además de Las Piedras también hay casos de religiosas, y personas a las que ofrecen asistencia, afectadas con coronavirus en El Borro (barrio de Montevideo ubicado en Casavalle), lo mismo que en el departamento de Florida. En este último caso, con una religiosa de unos 70 años de origen colombiano que en las últimas horas se encontraba en CTI.
“Hay mucha gente que llama, hay apoyo de oración”, dice la religiosa panameña a Aleteia.
Si bien el número de religiosas Misioneras de la Caridad en Uruguay es pequeño (seis en Las Piedras, cinco en El Borro y cuatro en Florida), el amor de Dios que han experimentado en medio de tantas dificultades también ha sido “infinito”. Y esto también lo ha podido constatar Aleteia en diálogo con ellas.
Ante la pregunta de cómo podía ser interpretado todo esto, tanto dolor y tanta adversidad, la hermana Cecilia respondió:
Por último, la hermana Cecilia también tuvo algunas palabras para con los propios ancianos y personas en situación de vulnerabilidad que atraviesan con ellas este duro momento:
“Nos inspiran el amor de Dios para seguir adelante. No dejan de rezar, no dejan de hacer una plegaria al Señor para que todo siga bien y rezar por sus compañeros que van al hospital”.