Cuidar el cuerpo es importante, es un regalo de nuestro Padre Celestial que nos permite experimentar la mortalidad y seguir siendo más como Èl.
Por eso santa Hildegarda de Bingen, decía que “todo lo que es bueno para el cuerpo también es un remedio”.
Pero muchas veces no es tan fàcil cuidarlo como queremos, las rutinas del dia a dia, el trabajo, los niños, la casa, las compras, el colegio, y un sinfín de tareas nos dejan sin el tiempo suficiente que necesitamos para dedicar a mejorar nuestra alimentaciòn, cocinar comida casera y sana, hacer ejercicio.
Por eso en esta oportunidad me pareció interesante enseñarles un recurso que tenemos a mano en casa y nos puede ayudar a optimizar el tiempo invertido, comer saludablemente toda la semana, y a su vez evitar pérdidas innecesarias de dinero y alimentos a través de los alimentos congelados.
Por supuesto que para ello necesitamos un poco de organizaciòn y planificaciòn de menù, pero es una excelente forma de lograr mantener tu cuerpo sano.
Puedes ver como organizar y hacer planificación de menú semanal aquí:
Hasta hace algunos años, sì hablábamos de verduras congeladas lo primero que se nos ocurría era espinacas, papas y zanahoria, pero ahora felizmente son uno de los productos que màs ha crecido su consumo en los hogares.
Es por esta razón que podemos encontrar en el mercado una infinita variedad de vegetales congelados, cebollas, remolacha, ensaladas, chauchas, arvejas, granos de maíz, morrón y también algunas frutas.
Por lo que tenemos dos opciones, una es comprar los vegetales ya congelados en el mercado o comprarlos frescos y congelarlos nosotros mismos.
El congelador ya no es simplemente una herramienta excelente para prolongar la vida útil de los alimentos sino que también nos facilita el almacenaje y organizaciòn nuestros cada vez atareados hogares.
No solo podemos congelar vegetales sino distintas preparaciones, una buena estrategia es en el momento que cocinamos hacer unas porciones màs, asì luego se las pueden congelar dividiéndolas en porciones que seguro nos servirá para algún otro almuerzo o cena.
Además también podemos adelantar pasos que faciliten el procedimiento de una comida, por ejemplo podemos guardar en el freezer un relleno de empanadas, canelones, sopas licuadas, salsas con vegetales.
Algo que es muy importante saber es que los alimentos congelados si se encuentran conservados adecuadamente y en su fecha de consumo no pierden valor nutricional significativo, es por ello que son una buena opción para mejorar nuestros hábitos alimentarios incorporando vegetales y comidas más saludables.
Estamos acostumbrados a escuchar por todos lados decir que tenemos que comer más verduras y frutas porque son muy saludables para la salud.
Sin embargo, una gran parte de la población no alcanza a cubrir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de al menos consumir 5 porciones de vegetales y frutas al día.
Una forma de acercarnos más a ese objetivo y prevenir el sobrepeso y la obesidad puede ser a través de la combinación de vegetales frescos y congelados.
Sì sabemos que en el freezer tenemos una sopa de verduras ya lista, o algunos vegetales nos facilita la elecciòn de nuestras comidas porque podemos utilizarlos por ejemplo para hacerlos al wok, o hacer vegetales asados,al vapor o al horno y solamente preparar unos fideos o un poco de arroz para acompañar y ¡listo! Tenemos una comida super saludable, sencilla y riquísima.
Las verduras congeladas nos brindan múltiples beneficios para la salud ya que conservan la totalidad de sus nutrientes, pero ademàs presentan bajo contenido graso y calórico. Son ricas en vitaminas A, complejo B y C, contiene gran cantidad de agua favoreciendo a la hidratación del organismo, también tienen un importante aporte de fibra que ayuda al trabajo del sistema digestivo y facilita el tránsito intestinal.
Los vegetales congelados nos ayudan a mantener una dieta equilibrada, y nos brindan grandes ventajas, pero para ello debemos conocer la mejor forma de conservarlos correctamente, consumirlos sin riesgos y con todos sus nutrientes, sabor y aroma característicos.
1. No romper la cadena de frío. Al momento de hacer la compra es lo último que llevamos y lo primero guardamos en el frezzer cuando llegamos a casa.
2. No volver a congelar alimentos que hayan sido descongelados, porque puede afectar la calidad del alimento, así como también facilitar la multiplicación de bacterias.
3. Leer las etiquetas de los alimentos, para comprobar la fecha de congelaciòn y de caducidad del producto. Si frezamos alimentos en casa ponerle fecha de elaboraciòn.
4. Descongelamiento adecuado. Puedes leer còmo hacerlo aquì: https://es.aleteia.org/2017/06/20/estas-descongelando-correctamente-tus-alimentos/
Ahora ya tenemos algunas ideas que nos pueden ayudar a cuidar nuestro cuerpo y salud, mejorar nuestros hábitos alimentarios ayudarà tambièn a que el templo de Dios sea lo màs agradable para Jesùs.