separateurCreated with Sketch.

Bienaventuranzas, un camino a la felicidad, a Dios

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Claudia Soberón - publicado el 07/06/21 - actualizado el 06/06/23
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo... Una emocionante meditación sobre la verdadera felicidad

Estamos frente a una página del Evangelio en la que todo el mundo se ha detenido con sorpresa y emoción. En esta página hay algo verdaderamente nuevo, fresco, lleno de rocío del mensaje de Jesús.

Al ver el gentío, nos dice el Evangelio, subió a la montaña. Se sentó y se le acercaron sus discípulos. Él tomó la palabra y se puso a enseñarles así.

El gentío era heterogéneo, abigarrado, de gente sufriente y pobre. Y Jesús dice estas cosas tan breves, tan hermosas, pero tan hondas, tan llenas de sentido, tan llenas de mensaje.

No solamente en un sentido de pobreza de tipo económico. La muerte, la limitación de la vida, esa es la auténtica pobreza que tiene todo ser humano, sencillamente porque no es Dios; esa es la pobreza radical del hombre, que es una criatura, todos somos pobres.

Y precisamente la humildad está en saber que somos pobres, que podemos poca cosa, que nuestro poder es muy limitado en saber, en sabiduría, en proyectar y realizar, somos muy limitados.

La humildad es la verdad, y reconocer que somos pobres gracias a esta humildad es lo que hace nuestro, como dice Jesús, el Reino de los Cielos.

Ningún soberbio, ningún orgulloso, ningún engañado a sí mismo, haciéndose creer que es otra cosa de la pobre cosa que es, entrará en el Reino de los Cielos.

Ser consolado significa ser acompañado con amor, con ternura. Suelo, con-suelo, significa eso, que uno no está solo, que en el suelo que uno pisa, ese suelo está convivido por otros que están cerca de mí en la misma losa donde yo estoy, en el mismo suelo, en la misma habitación, en la misma casa.

Solamente cuando hay un amor como el que Cristo nos manda, un amor mutuo como el que Dios nos tiene, es cuando entonces podrá edificarse sobre terreno firme la justicia.

Por eso, con aquellos que tiene hambre y sed de justicia, ¿qué ocurrirá? Como tienen este recto sentimiento, serán saciados, porque Dios les va a dar a ellos más que la justicia, les va a dar su propio amor, y en este terreno es donde podrá florecer la justicia.

Es decir, dichosos aquellos que han enteniddo el Padrenuestro: perdona nuestra deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Si yo quiero alcanzar misericordia de Dios, de los demás, es sencillo: yo trato con misericordia a los otros.

No solamente los no violentos, sino aquellos que además trabajan con todo lo que tiene ese verbo de esfuerzo, de perseverancia, de esfuerzo continuo para la paz, para lograr que incluso los violentos dejen de ser violentos.

Entonces no solo verán el Reino de los Cielos, más todavía, serán llamados hijos de Dios, porque Dios es la Paz, es la Fiesta. (...)

Serán llamados hijos de Dios los que además sufran persecución... y sean fieles hasta el final; será suyo el Reino de Dios.

Maravilloso sermón de las Bienaventuranzas, nunca agotaríamos su comentario. Sermón que inspira a san Francisco y también a los hombres que iban detrás de él.

Ojalá que de la mano de san Francisco nosotros también sepamos encontrar en él un estímulo para nuestra santidad, un camino a Dios.

Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.