Landerico (Landry) fue ordenado obispo de París en el año 650. Era un año de hambruna.
Su tarea más destacada fue la construcción del mayor hospital de la época, que fue levantado junto a la catedral de Notre-Dame.
En un principio estaba dedicado a san Cristóbal, pero enseguida pasó a llamarse Hôtel-Dieu de París, ¡y todavía hoy existe!
El obispo destacó por su preocupación por los pobres y desvalidos. Con el hospital no se llegaban a cubrir las necesidades de la ciudad, pero sí a paliar en algo la situación. Se dice que en cada cama había en ese momento un enfermo, un moribundo y un muerto.
Entrega total
Por su parte, Landerico, no hacía distinción de personas y trataba a todos con caridad.
Consta que llegó a vender sus objetos personales, mobiliario e incluso algunos objetos de culto para repartir el dinero entre los pobres.
Landerico, junto a 23 obispos más, fue uno de los firmantes de la carta de privilegios que Clodoveo II concedió a la abadía de Saint-Denis en 653.
También encargó la redacción de las llamadas Fórmulas de Marculfo, que son formularios jurídicos eclesiásticos.
En París hizo levantar la iglesia de san Germán de Auxerre, que convirtió en la parroquia de los reyes de Francia.
San Landerico falleció en el año 661 (la fecha no se sabe con certeza). Fue enterrado en la abadía de Saint-Germain-Auxerrois.
Allí se conservaron la mayoría de sus restos, a excepción de dos huesos que se trasladaron a la parroquia de Saint-Landry en el año 1408.
Sin embargo, durante la Revolución Francesa los restos fueron sacados de Saint-Germain y están en paradero desconocido.
En la iglesia quedan hoy una estatua y unos frescos dedicados al santo en una de las capillas.
Su festividad se celebra el 10 de junio.
Oración
Señor, Dios nuestro,
que en san Landerico
has querido dar a tu Iglesia
un modelo de buen pastor,
concédenos, por su intercesión,
ser apacentados un día
con la grey de tus santos
en la abundancia de los gozos eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.