“El retorno del Señor de Pampacucho a su hogar”. Así tituló recientemente Aleteia lo acontecido con una imagen de Cristo del distrito de Colcha (Parura, Cusco) que estuvo fuera de su santuario por más de un año para enfrentar un proceso de restauración.
Sin embargo, no ha sido la única imagen que en las últimas semanas ha tenido que atravesar un proceso similar. En los últimos días la propia Arquidiócesis de Cusco estuvo informando a través de su web lo acontecido con otras imágenes que despiertan gran devoción y que también han sido sometidas a una instancia de restauración.
El regreso más reciente se dio este 2 de junio cuando la imagen restaurada del Señor de los Temblores de la parroquia de San Sebastián (que era conocido anteriormente como el Señor de las Ánimas) regresó a su lugar su parroquia luego de casi dos años en el Centro de Restauración de Tipón.
En la entrega estuvo presente el arzobispo metropolitano de Cusco, monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, quien también formó parte de la celebración de la entronización de la imagen en el templo de San Sebastián.
Todo esto sucedió, se informa, tras un recorrido desde Tipón a Cusco. Pero la imagen no quedó en su lugar original porque el templo de San Sebastián también está siendo restaurado.
En la foto de portada se lo puede ver. Un poco más atrás en el tiempo, allá por mediados de mayo, el Área de Conservación y Restauración del Arzobispado del Cusco hizo entrega de las sagradas imágenes del Señor de Mahuayani y de la Virgen Dolorosa. Así lo recordó la arquidiócesis, en este caso sobre imágenes que pertenecen a la ruta del Santuario del Señor de Qoyllorit'i y que también tuvieron una restauración integral.
En este caso, se anunció, el proceso duró un año y dos meses, un tiempo que se extendió por el confinamiento. No obstante, también se afirma que esto ayudó a que el trabajo se realizara d mejor manera puesto que el Señor de Mahuayani tenía roturas en ambos brazos, rodillas, además de fisuras, entre otros daños.
En cuanto a la Virgen Dolorosa, la imagen también presentaba fisuras, además de faltante de carne de policromía en rostro y manos. Todos datos brindados a la web del Arzobispado de Cusco por Ángela Delgado Gibaja, encargada del Área de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles del Arzobispado del Cusco.
Las imágenes fueron bendecidas también por el arzobispo de Cusco.
Por último, la imagen de la patrona de Pilpinto, la Virgen Asunta. En este caso, la encargada de hacer entrega de la figura restaurada fue la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco.
La imagen permaneció en el centro de restauración de Tipón durante el proceso de restauración y su traslado a su lugar de origen fue frustrado por la pandemia. Pero el arreglo fue posible y se transformó en motivo de agradecimiento de parte del arzobispo de Cusco debido a que fue posible la conservación de detalles que le dan belleza a la singular imagen.
El propio obispo lanzó una invitación a los fieles a visitar y venerar a esta imagen en medio de las actuales dificultades derivadas de la pandemia. Mientras tanto ahí está también esta imagen, que junto a las otras de Cusco también luce restaurada y reluciente.