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El infierno y el paraíso de Dante Alighieri proyectado en una capilla italiana

SAN FIORENZO
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Maria Paola Daud - publicado el 08/06/21
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¿Después de ver estas escenas... quién puede dormir? Por suerte también está el Paraíso... Cada uno que escoja

En Bastia una ciudad de Cuneo en Italia, la capilla dedicada a san Florencio mártir cuenta en sus muros varias escenas de la Biblia como si fuera un gran libro de comics.

Una muy completa Biblia Pauperum, la Biblia del pueblo, aquel pueblo en su época, mayoritariamente analfabeta.

Mirando los detalles de las pinturas en las paredes, podían recibir una catequesis. Las imágenes a cambio de las palabras, quizás quedaban grabadas más en la mente.

Los frescos datan de 1400 y entre sus “viñetas” podemos ver, personajes del antiguo testamento, ángeles, santos, la pasión de Cristo y monstruos de todo tipo que te invitan a no pecar y condenar tu alma.

Entre estos monstruos llama mucho la atención el horrible Lucifer en la pared lateral antes de llegar al altar. Es el “mural” que representa el infierno, y es el fresco más grande.

Observándolo con atención, se puede ver las características de la visión del infierno que cuenta Dante Alighieri en su Divina Comedia.

A la izquierda de Satanás, un demonio gira una rueda por donde caen los condenados a un pozo, como la alegoría de Dante. Una vez que “caen” en lo profundo del pozo, se le adjudicará a cada uno la “pena” según la gravedad del pecado.

En la parte inferior de la pintura se ve representado los vicios capitales: pereza, ira, gula, envidia, soberbia, lujuria y avaricia, van pasando uno a uno por la boca de una gran serpiente, donde pagaran sus penas según su pecado.

El glotón tiene el cuello estrangulado por una serpiente y no puede tragarse la pierna asada que el diablo le pone en la boca.

El avaro es atiborrado a la fuerza de oro fundido que un diablo extrae de una caldera con un cucharón.

Por poner algunos ejemplos visibles en la parte derecha, arriba de la cabeza del serpiente.

Aquellos, los más pecadores, se la tienen que ver directamente con Lucifer, representado al centro. Su cuerpo pareciera ser de un reptil deforme, tiene dos cabezas con dos grandes bocas dentadas, por allí devora los cuerpos desnudos de los condenados.

¡Vaya! ¿Después de ver estas horrendas escenas quién podía dormir?

Por suerte también se encuentra representado el paraíso, lugar sereno y ordenado, cuyo camino para llegar a él son las Siete Obras de Misericordia, representadas fuera de los muros de la Jerusalén Celestial.

Está a cada uno, saber cómo actuar, qué camino tomar aquel que conduce al paraíso o aquel que conduce al infierno.

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