Es innegable que la relación con nuestros padres es una relación que, incluso aunque estemos distanciados físicamente, nos vincula de una manera profunda para toda la vida.
El hecho de que no compartamos los mismos valores o veamos actitudes que no nos gustan o nos lastiman, no puede cambiar esa realidad pero sí convertirse en un verdadero desafío como cristianos al intentar buscar vivir el cuarto mandamiento de “honrar padre y madre”.
La realización de que la manera en que nos tratan a nosotros y a los demás es pobre, puede ser algo devastador y la tarea de tratarlos bien, evitar hablar mal de ellos y continuar amándolos a pesar de todo el daño ocasionado, puede ser algo difícil de llevar a la práctica.
No es honorable corresponder a un comportamiento malo y por tanto no estamos obligados a tener que obedecerles o decir que sí a todo lo que nos sugieren o piden. Honrar significa respetar y cuidar a nuestros seres queridos teniendo en cuenta su dignidad como seres humanos y la conexión que tienen con nosotros por el rol que ocupan en nuestra vida.
Por tanto, para honrarlos es importante saber diferenciar al individuo del rol que ocupa. Puede que no estemos de acuerdo con ellos pero el llamado que tenemos los cristianos es el de cuidar a nuestros mayores como ellos nos cuidaron de pequeños aun con errores y al mismo tiempo valorar su participación en el regalo sagrado que hemos recibido de la vida.
Nuestra misión como hijos es la de hacer lo que podemos siendo fieles a nuestros principios, sin dejarnos corromper y marcando los límites con amor, pero nunca desistir por poner en práctica acciones honorables hacia ellos.
1Perdona sus errores
Muchos de los errores que los padres cometen es posible que no puedan resolverlos en vida. Una manera de honrarlos es buscar maneras de hacerles llegar tu perdón en la cercanía o en la distancia.
El perdón de corazón es un acto liberador. Recuerda que el mundo en un sitio complejo y lleno de confusión. Dios eligió tener misericordia y mirarnos con compasión. En lugar de lamentarte, enfurecerte o buscar venganza, mantén limpio tu corazón.
2Aprecia las cosas buenas
Todos tenemos alguna cualidad por la cual podemos estar agradecidos. Trata de pensar en algo positivo que tengan o hayan hecho tus padres con sus atributos físicos o espirituales.
En lugar de pensar en los malos recuerdos ten en cuenta cómo Dios ha usado algo de ellos o de su historia para convertirte en la persona que eres hoy y donde has llegado. Reconocerlo y transmitirlo es un acto honorable.
3Mantenlos conectados con la familia
Cuando las relaciones son difíciles, es normal tomar distancia. Sin embargo, esto puede alejarlos más de lo que es bueno para ellos. Una manera de honrarles es no dejar de darles ese espacio dentro de la familia incluso si se oponen. No desistas dentro de las posibilidades al enviar alguna tarjeta o una foto o acceso a tener contacto con los más pequeños.
4Comparte el Evangelio
Hay muchas enfermedades del alma que solo se pueden curar por la gracia. El Evangelio es un lugar propicio para el encuentro con Dios quien es el que nos trae una sanación real.
Es posible que tus padres nunca tengan otra oportunidad de escuchar acerca de la salvación. Haz que sea una prioridad honrarlos compartiendo palabras de sabiduría y de eternidad.
5Haz un acto de bondad
Aunque nunca se agradezca, ningún acto de bondad queda indiferente. Sé creativo y utiliza un medio simple con tus padres como enviar flores sin ningún motivo especial o llamarlos por teléfono solo para ponerse al día.
Utiliza una habilidad o talento especial que tengas para satisfacer una necesidad concreta como arreglar el baño, cortar el césped o hacerles un mandado.
6Reza por ellos
Reza para poder ser capaz de tener la fuerza necesaria de poner en práctica acciones honorables con tus padres, pero también hazlo especialmente si te han tratado mal.
Dios nos enseña a “bendecir a lo que nos maldicen y a rogar por los que nos difaman” (Lucas 6,28). De esta manera podemos honrarles poniendo sus vidas en las manos de Dios y confiando en que Él les asistirá en lo que necesiten.
7Enséñales a tus hijos a honrar a sus abuelos
Otra manera de honrar a nuestros padres es hablar amablemente sobre ellos delante de otras personas, especialmente de nuestros hijos u otros familiares aunque no estemos de acuerdo con ellos o su estilo de vida.
Recuerda que tus hijos algún día estarán criando a sus nietos y exponiendo tus errores también. Muéstrales la misma misericordia que te gustaría recibir.