El papa Francisco ha recibido en audiencia privada al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, este lunes 28 de junio de 2021. Esta mañana, Blinken también realizó una visita cultural a las ‘joyas’ del Vaticano: La Capilla Sixtina y una parte de los Museos Vaticanos.
En respuesta a las preguntas de los periodistas, el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, dijo lo siguiente: “La audiencia [...] se desarrolló en un ambiente cordial. Duró unos 40 minutos y fue una oportunidad para que el Papa Francisco recordara el viaje que hizo en 2015 y expresara su afecto y atención al pueblo de los Estados Unidos de América.”
Blinken ha llegado a Roma para participar en una reunión de la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico que durará tres días, liderada por los Estados Unidos, junto con el gobierno italiano, encabezada, asimismo por el ministro del exterior Luigi di Maio.
Es la primera reunión del Papa Francisco con un miembro de alto rango de la Casa Blanca en el Vaticano, tras la toma de posesión, el pasado 20 de enero de 2021, del presidente, Joe Biden.
El secretario de Estado estadounidense además de su reunión con el Papa en Roma, a continuación viajará a Bari, Matera y Brindi, donde se celebrará el primer G20 bajo presidencia italiana.
Así se vuelve a la modalidad en presencia para las negociaciones diplomáticas en Italia, sin subestimar los riesgos ligados a un recrudecimiento de la pandemia debido a la variante Delta.
El jefe de la diplomacia estadounidense aterrizó en Roma procedente de una gira por otras capitales europeas (París y Berlín).
Ha mantenido un encuentro de trabajo con su homólogo en la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin y el obispo Paul Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.
No hubo alguna mención a la posición de la cúpula de Iglesia local, ya que los obispos estadounidenses se han dividido en las últimas semanas sobre si autorizar al presidente Biden la comunión 'consternados' por el apoyo demócrata al aborto.
El 18 de junio la conferencia episcopal de EE.UU., votó por amplia mayoría una propuesta en esta línea, liderada por los sectores más conservadores.
Un debate que algunas figuras cercanas al Papa en Roma consideran inoportuno, dado que se "utiliza el acceso a la Eucaristía como arma política", advirtió el jesuita Antonio Spadaro, director de la Civiltá Cattolica, cuestionado por el diario The New York Times.
Varias fuentes periodísticas estadounidenses consideran que la visita del secretario de Estado prepararía incluso una reunión en octubre entre el Papa Francisco y el presidente Biden, el segundo mandatario católico estadounidense de la historia.
Por otro lado, según la Santa Sede, hubo consenso entre Blinken y sus interlocutores, Parolin, y Gallagher, sobre las cuestiones del multilateralismo, la libertad religiosa, sobre la lucha contra el cambio climático y sobre la necesidad de continuar los esfuerzos para derrotar la violencia fundamentalista.
En el fondo también la paz en Oriente Medio y en Tierra Santa. Probablemente, no es casualidad la visita al Papa y a las autoridades diplomáticas de la Santa Sede, luego de la reunión de Blinken en Roma con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, en el primer encuentro cara a cara entre el nuevo gobierno post-Netanyahu y la administración estadounidense.
Blinken ha informado a la Santa Sede sobre su agenda de estos días, que ha continuado después de estar en el Vaticano, en la Feria de Roma, acompañado por el ministro Di Maio, cuando co-presidirá la reunión de la Coalición Anti-Isis dos años después de la última reunión llevada a cabo en Washington, en febrero de 2019.
A la reunión ministerial asistirán delegaciones de más de 40 países, así como el Secretario de la OTAN, Jans Stoltenberg, y el Alto Representante de la UE, Josep Borrell. Esto para luchar contra el grupo yihadistas, del autodenominado Estado Islámico, o ISIS, y analizar la situación de Siria.
La diplomacia de la Santa Sede observa con atención el balance de las estrategias sobre el terreno para contrarrestar la actividad violenta en zonas de alto riesgo como la zona sirio-iraquí en Asia occidental y el Sahel en África donde la presencia cristiana ha sido golpeada por el terrorismo y la persecución religiosa.