Esta capilla se ha logrado construir en tiempos de pandemia de coronavirus, tal cual reconoce Simón Zurek, el párroco de San Francisco de Asís. Y esto es un dato no menor. Es que en momentos dominados por la desolación y la angustia también lo acontecido en Santa Cruz ha llenado de esperanza a la comunidad.
Según indica una nota publicada por la Iglesia de Santa Cruz, la parroquia de San Francisco de Asís tenía un solo templo parroquial. En este caso, un sitio que reúne a nueve barrios desde hace 21 años.
En medio de esto es donde surge el caso del barrio “Roca y Coronado”, incorporado a la parroquia en 2015, pero que ante no tenía pertenencia a ninguna comunidad parroquial. En ese lugar, prosigue la nota de Campanas, la gente que vivía ahí no lograba unirse en oración o en catequesis. Tampoco construir una capilla.
No obstante, observando las necesidades, con misas que el párroco ofrecía en la zona desde 2015 (en sitios como el colegio), fue que Zurek empezó a observar la oportunidad de crear una comunidad de base.
En 2016 surgió una gran oportunidad: la posibilidad de obtener un terreno para una futura capilla. Fue así que el 14 de enero de 2017 le fue entregado de manera oficial a la parroquia.
Los años posteriores no estuvieron exentos de desafíos. Finalizado 2017, se indica, lo que se pudo construir en el fondo del terreno fue un techito de calamita duralít. Gracias a esto era posible hacer celebraciones y ofrecer catequesis, además de encuentros.
Sin embargo, en 2019, surgiría otra gran noticia: la ayuda significativa de católicos coreanos de unos 20.000 dólares. Esto gracias a gestiones y pedidos de parte de personas vinculadas a la comunidad.
Cuando la pandemia irrumpió en América Latina allá por comienzos de 2020 todo se vio paralizado. Esto hizo, como en todos los sitios, que los trabajos no pudieran comenzar de manera inmediata. Pero en agosto de 2020, con la flexibilización de la cuarentena, finalmente se dio inicio al levantamiento de la nueva capilla. “Hasta diciembre del mismo año la comunidad se unió y se logró avanzar en las labores de construcción”, detalla la nota.
Fue así que se logró avanzar y hacer posible la creación de esta capilla con el apoyo solidario no solo de los católicos de Corea del Sur, sino también de amigos del padre Simón en Polonia.
Por último, la elección del patrono. Es aquí donde surge que el arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, quien bendecirá la capilla el 14 de agosto de 2021, de entre las propuestas de la comunidad se quedó con el nombre de San Maximiliano Kolbe. En este caso un mártir franciscano polaco en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y devoto de la Inmaculada Concepción. Precisamente, este año se recuerda el 80 aniversario de su martirio en un campo de concentración de Auschwitz.
He aquí la dedicación de un sitio que se transforma en luz en medio de la oscuridad de la pandemia y que permite poner la mirada sobre una figura grandiosa del catolicismo del Siglo XX.