“¡Fiesta en la selva peruana!”. Así titulaba la Iglesia de Perú una jornada cargada de emoción en la localidad de Loreto, un sitio vinculado a la Amazonía. La exclamación hacía referencia a lo sucedido el pasado domingo 18 de julio y la ordenación episcopal de Miguel Ángel Cadenas, quien tomó posesión del Vicariato Apostólico de Iquitos.
Se trató de un evento cargado de emoción, pero también alegría y simbología. Fueron varios los obispos que acompañaron esa instancia, lo mismo que sacerdotes y miembros de comunidades cercanas.
Miguel Ángel Cadenas nació en León, España, el 21 de octubre de 1965. Con los años se hizo religioso agustino y ya en la década del 90 se trasladó a Perú a vivir su misión. Fue en ese país donde tuvo diversas labores como párroco. Por ejemplo, en 2003 estuvo destinado a la parroquia de Nauta Nauta.
Fue el propio Cadenas quien recordó qué sintió cuando llegó a Iquitos por primera vez. “Fue un impacto muy grande”, expresó, en declaraciones recogidas por la Iglesia en Perú.
“El calor es sofocante y te encuentras perdido. Después de una semana en Iquitos fui a Nauta, donde comprendía menos a la gente, y cuando salí a las comunidades fue más terrible todavía. Después terminó gustándome mucho el río”, agregó.
Quien le hizo la imposición de manos fue monseñor Julián García Centeno, obispo emérito de Iquitos, quien llegó desde España de manera especial para la ocasión.
Pero también obtuvo una cálida bienvenida como nuevo miembro del Episcopado peruano, CEC, de parte del propio Miguel Cabrejos, presidente CEC y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano.
Quien se expresó en la misma línea fue el nuncio Apostólico en el Perú, monseñor Nicola Girasoli.
A continuación otras imágenes del día de la ceremonia. Todo esto es algo que emula el sueño de Francisco y tiene mucho que ver con aquello de "Querida Amazonía":