Santa Catalina Thomas o Caterina Tomàs i Gallard nació en Valldemosa (Baleares, España) el 1 de mayo de 1531. Era la sexta de siete hermanos que quedaron huérfanos de padre y madre enseguida.
Una familia acomodada que era amiga de sus parientes, sin embargo, le proporcionó educación académica. Al mismo tiempo, trabajaba como campesina.
En 1555 ingresó en la orden de las Canonesas Regulares de San Agustín.
Catalina era muy humilde y dedicó su vida a la oración pero, al mismo tiempo, pese a estar en clausura, creció su fama de buena consejera. Por esto muchas personas acudían al locutorio para hacerle consultas. Entre ellas, estaba el obispo de Mallorca, Diego d’Arnedo.
Esta religiosa escribió “Cartas Espirituales”, un pequeño libro de contenido místico que ha sido valorado tanto literaria como espiritualmente.
Después de una vida en la que se mostró frágil de salud, Catalina Thomas murió en 1574, en el convento de Santa Magdalena en Palma de Mallorca. Su cuerpo se venera allí y está incorrupto.
En la isla de Mallorca, y especialmente en Valldemosa, se le tiene gran devoción a santa Catalina Thomas. Popularmente se la llama “la beateta”, porque no fue canonizada hasta 1930.
«Os ruego que penséis que lo que habéis visto y veréis, todo es voluntad de Dios y trabajéis para aceptarlo todo por amor de Él».
«Quien desea servir a Dios es menester que esté muy contento en todas las cosas».
«Confiaos del todo en sus manos y alcanzaréis la verdadera paz y libertad».
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