Las artes marciales mixtas es un deporte extremo de muchos golpes, llaves, patadas, candados, muchos quedan dislocados o inconcientes o van a parar al hospital. Eso es lo que sucede en la UFC, no lo podemos negar.
Pero Joanna ha encontrado en este deporte la forma honesta de vivir, y ha encontrado en la Virgen María y en los duros entrenamientos la fórmula perfecta para salir victoriosa.
Joanna intenta vivir su fe, a pesar de que para muchos este deporte es muy sangriento y muy polémico por las grandes bolsas de miles de dólares que manejan y por la sangre que se derrama. Joanna lleva su fe con orgullo y no se avergüenza ni se cansa de manifestar que es polaca, católica, apostólica, romana y devota de la Virgen María.
La vida es una pelea constante, donde te tienes que entrenar física y espiritualmente todos los días si quieres conseguir el cielo y la santidad, hay que desgastarse, sudar, la vida es sin duda una pelea contra el mal, contra la adversidad, la enfermedad y contra las pasiones. Hay una guerra constante que se libra en el interior de todos los seres humanos, es un combate entre el bien y el mal.
Joanna lo sabe muy bien, su vida espiritual y física viven en un constante combate, por lo tanto sabe que de la mano de la Virgen María las heridas que le causa la vida y este deporte, pueden sanar más rápido, pues la fe todo lo alcanza.
Joanna, polaca de nacimiento, se ha convertido en un referente en las peleadoras dentro de la UFC, por su ferocidad e inteligencia con la que combate ante sus oponentes. Si la derriban inmediatamente se pone de pie, qué lecciones nos da para enfrentar las caídas en la vida.
Ella entrena arduamente por los campeonatos, pero no desatiende su alma, su espíritu, pues de rodillas reza el Santo Rosario antes de cada combate; ofrece cada Ave María por su oponente y por ella, ofrece el Santo Rosario por su país y por su familia.
En el 2019 Joanna contó a la página web REMIX:
En el mosaico de fotos de su cuenta de instagram no deja de posar, pero también resalta su fe, su devoción su profundo amor por sus raíces polacas y su amor por la fe católica.
Joanna tiene diferentes post donde resalta su devoción por la Virgen, tiene diferentes fotos con su rosario en manos o al cuello. Para ella no es solo un símbolo, es un signo de fe, un signo de amor a la Madre de Dios, un sacramental que la protege y acompaña en cada uno de sus combates en la vida.
La valentía de Joanna nos hacen recordar el versículo de la biblia que habla del buen combate:
El testimonio de Joanna como peleadora de la UFC nos invita a la reflexión también, si no queremos ver mujeres pelear, deberíamos todos buscar iniciativas y acciones concretas que den a las mujeres de todo el mundo, todo tipo de oportunidades donde puedan desarrollar sus talentos y habilidades con seguridad.
Ahora bien, en este momento es una realidad este tipo de peleas, es una realidad que para muchas mujeres y hombres, esta actividad es un deporte y les permite ganarse la vida. Podemos concluir que aunque no es muy grato ver a las mujeres y hombres pelear casi hasta la muerte, es importante reconocer que en esos ambientes Dios y la Virgen María se hacen presentes en el corazón de algunas mujeres y hombres fe.