En el camino de los peregrinos a Santiago, llegar a Santo Domingo de la Calzada es alcanzar un oasis. Es una ciudad hermosísima, nacida gracias al impulso de un anciano eremita, Santo Domingo, que dedicó toda su vida a la oración y al servicio: concretamente a facilitar el viaje a los caminantes. Así nació Santo Domingo de la Calzada hacia el año 1125.
Santo Domingo les daba albergue y algo de comida, curaba las heridas e incluso construyó un puente sobre las aguas del río Oja y adecentó un camino (la calzada) para facilitar el paso.
Hoy, el peregrino que llega desde los más diversos puntos del planeta sabe que está pisando un terreno con una historia de nada menos que 900 años, puesto que el santo vivió entre los años 1019 y 1109. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La ciudad fue creciendo hasta el siglo XVI. En el siglo XII, el rey Alfonso VIII le otorgó privilegios reales y fueros (derechos especiales) en los años 1187 y 1207. En 1334, el rey Alfonso XI de Castilla le otorga el título de ciudad realenga. A mediados del XIV, se levanta la muralla medieval. De todo eso puede hacerse fácilmente una idea el peregrino en cuanto entra en el Barrio viejo de Santo Domingo de la Calzada.
Una vez allí, la visita requiere al menos un día completo. Es muy recomendable para una escapada de fin de semana, para así poder disfrutar de las visitas al interior de los templos, en especial a la Catedral. Hay que decir que existe una oficina de información en la misma calle mayor, a pocos pasos de la Cofradía del Santo y el albergue de peregrinos.
Aquí puedes ver una galería fotográfica:
Por la Calle Mayor se accede a los puntos principales del recorrido. No hay que perderse:
1En el interior de Santo Domingo de la Calzada.
Por la calle Mayor llegamos a la Plaza del Santo, donde está la Catedral. Es la segunda más importante en el Camino de Santiago.
Es de estilo progótico pero cuenta con elementos que van del románico hasta el barroco. Esto se debe a que el origen está en una iglesia románica (que puede verse en parte en el interior) de la que se sabe que el rey Alfonso VI donó los terrenos para su construcción en el año 1098. Luego pasó a ser colegiata y en el siglo XII comenzó la construcción del templo actual. Pero en el siglo XVI sufrió una importante obra en el interior, porque se levantó el transepto para hacer una capilla subterránea que albergara la tumba de santo Domingo.
Hoy se puede ir a rezar ante la tumba del santo por unas escaleras. Están a la derecha de la nave central, frente al famoso gallinero. (Sin duda es chocante que en el interior de una catedral haya un gallinero con gallo y gallina vivos, pero es que son el vivo recordatorio de un milagro muy especial: la resurrección de un joven que había sido condenado injustamente. La asombrosa historia pueden leerla en este artículo de Salvador Aragonés).
La visita a la Catedral incluye una visita al Claustro, donde se encuentran expuestas importantes obras de arte religioso. No hay que perdérsela.
En la plaza del santo también se encuentran la Torre, exenta y de estilo barroco, construida entre 1762 y 1767. Tiene 69 metros de alto y la llaman "la Moza de la Rioja". Es bonito verla a lo lejos cuando uno se acerca a santo Domingo de la Calzada puesto que en este tramo del Camino de Santiago hay llanura.
En la misma plaza veremos la Ermita de Nuestra Señora, que fue construida donde se cree que santo Domingo de la Calzada había construido un modesto oratorio. Tiene un Vínculo Especial de Afinidad con la Basílica de Santa María la Mayor en Roma y allí puede ganarse indulgencia plenaria varios días al año. Entre ellos, el 5 de agosto, fiesta de la Virgen Blanca.
También puedes visitar el Convento de San Francisco, la Abadía Cisterciense, la plaza del Ayuntamiento, la Cárcel Real, el Corregimiento y la Casa de la Cofradía del Santo.
2En el exterior de Santo Domingo de la Calzada.
El puente sobre el río Oja es muy significativo. Está construido en piedra de sillería y tiene una longitud de 148 metros de largo y 16 arcos. Ha sido escenario de varios milagros ocurridos por intercesión de santo Domingo de la Calzada.
Las Murallas. Se trata del mayor recinto amurallado que puede verse en La Rioja. Fue edificado por Pedro I de Castilla hacia 1367 y estuvo acabado en dos años. El perímetro es de 1.670 metros en total, con 7 puertas góticas de acceso al Barrio Viejo.
Ermita del Puente. No es medieval ni renacentista, pero ayuda a recordar la figura de Santo Domingo de la Calzada y su aportación a la historia del Camino de Santiago. Se construyó en 1917 junto al puente del río Oja.
Ermita de la Mesa del Santo. Está a un kilómetro de la ciudad. Allí esperaba santo Domingo y les atendía: les cuidaba las heridas del camino, les daba de comer y beber, les preparaba un lugar de descanso... Hay que decir que el trato que hoy dispensan a los peregrinos en el albergue respira mucho de aquel santo eremita. En el albergue hay, además, capilla para rezar y celebrar misa.