La pandemia sigue impidiendo manifestaciones masivas de piedad popular, pero los peregrinos en sus santuarios encuentran la manera de celebrar de manera segura a quien es venerado en la Argentina como el Santo Patrono del Pan y del Trabajo.
Además de la virtualidad, que permite que las celebraciones en honor a San Cayetano lleguen a las puertas de las casas como otrora no se lograba, en los templos de todo el país habrá distintas opciones para estar un poco más cerca del Santo al que tanta devoción tienen los argentinos.
“El fin de todo esto es seguir cuidándonos; la devoción y la fe popular no pueden ir separadas de este concepto, que es cuidar nuestra salud y la de todos, en el contexto sanitario que aún atravesamos”, explicó el rector del santuario de San Cayetano en Liniers, padre Lucas Argimbau, epicentro nacional cada 7 de agosto de la celebración.
Desde el santuario, sacarán la imagen del Santo a las calles para evitar, como se hacía todos los años, el ingreso de los fieles al templo en su peregrinar para pedir o agradecer. Pero no solo ello, sino que vienen pidiendo concretar la peregrinación en otro día del mes de agosto, para evitar aglomeraciones. Como propone el rector, cambiar “por otro día del mes para seguir cuidándonos entre todos; tu promesa vale todos los días”.
Pero uno de los rasgos que más favorecen una celebración segura de la devoción a San Cayetano tienen que ver justamente con la extensión de la devoción al santo italiano en todo el país. Porque además del santuario en Liniers, hay capillas, parroquias y santuarios de norte a sur del país. En la misma Buenos Aires, por ejemplo, en el barrio porteño de Belgrano, se dedica otra parroquia al Santo en la que también se celebran sus patronales y reciben peregrinos.
Es el caso de Salta, el Templete a San Cayetano, en la que el santo en una imagen de tamaño real se venera en una cálida capilla de piedra marrón, ante un templo vidriado. O de la hermana provincia de Jujuy, en Palpalá, desde cuyo santuario saldrá este sábado como todos los años, escoltado por bomberos y otras autoridades del orden, y ya el santo estuvo en el atrio acompañando las celebraciones durante la novena.
En Formosa, el santo recibe fieles en la capilla del barrio La Floresta, donde la histórica capilla iniciada por los fieles con palmas y pajas en la década del 50 dio inicio a una devoción que ha trascendido las décadas. En Posadas, Misiones, como en tantas otras locaciones, el Santo y la devoción terminó por dar nombre a un barrio. Allí también habrá celebraciones distintas este año, como en todo el país, en este caso con caravana de autos acompañando al santo en su salida por las calles.
En Corrientes, en el santuario arquidiocesano San Cayetano se recibe peregrinos para su novena siempre acompañado, como no podía ser de otra manera en estos pagos, de una imagen de la Virgen de Itatí. Todo con medidas de prevención, como en la capilla de San Cayetano en Resistencia, en Tucumán…Y al sur del país, al fin del mundo, en Ushuahia, también San Cayetano se hace presente, en la capilla San Cayetano de la Casa Salesiana Nuestra Señora de la Merced, con las mismas medidas de seguridad.
Los historiadores identifican en la beata Mama Antula como una de sus impulsoras de la devoción a este santo; la incansable y sabia impulsora de los ejercicios espirituales veía en San Cayetano a un aliado en su confianza en la Divina Providencia. Desde entonces, y especialmente a partir de la crisis de 1929, la popularidad del santo italiano del siglo XV ha ido creciendo tanto en Buenos Aires como en todo el país. A San Cayetano a pedir trabajo. A San Cayetano a agradecer por el trabajo. Hoy, también por internet, hoy con barbijo y distancia, en todo el país.