Te he contado en diferentes artículos sobre la hermosa amistad de mi mamá con una santa salesiana muy conocida en Costa Rica y el resto de Centroamérica: sor María Romero Meneses. Tiene muchas citas inspiradoras que hemos publicado en Aleteia. Y hay motivos para esto.
Los católicos necesitamos conocer a las personas que se han elevado sobre sus propias vidas superando defectos y necesidades humanas.
Han aceptado humillaciones y desprecios, para agradar a Dios, servirlo dignamente y hacer su voluntad, santificando sus vidas, amando, perdonando, proclamando el Evangelio.
Dios complacido por sus esfuerzos los ha premiado con milagros abundantes, hechos sobrenaturales que no tienen explicación científica. Los no creyentes como no saben a qué atribuirlos lo llaman “casualidad”.
Es conocido el caso del Premio Nóbel de Medicina en 1912, Alexis Carrel. Aleteia publicó en febrero un artículo sobre el evento impresionante que este escéptico vio con sus propios ojos y le cambió la vida.
Como muchos en nuestros tiempos quiso desacreditar los milagros ocurrido en Lourdes. Estaba en una posición privilegiada para descubrir lo que pensaba era un fraude.
Era médico, agnóstico y no podría ser engañado.
¿Su problema? Ocurrió un milagro inexplicable para la ciencia. Y él estuvo presente. Algo que nunca esperó. Su conversión de la mano de la Virgen no se hizo esperar.
Puedes leer su historia extraordinaria en este enlace:
Y no es el único. Sé de otros casos, más cercanos, de nuestros tiempos, narrados por sacerdotes. Son impresionantes y algún día te contaré de ellos.
Dios no cesa de actuar en el mundo, por el amor que nos tiene. Se preocupa de los más pequeños acontecimientos que nos afectan. Es un gran Padre pendiente de nuestras necesidades.
Han ocurrido tantos eventos sobrenaturales, milagros del cielo. Uno le tocó a mi mamá.
Desde pequeño escuché su testimonio, un milagro que le concedió la Virgen, relacionado con la sierva de Dios sor Maria Romero Meneses.
Mi mamá siendo estudiante la ayudó como voluntaria y misionerita en sus obras sociales de Costa Rica. Así surgió una larga amistad, de años.
Te comparto en este video lo que vivió mi mamá, Maria Felicia Soto. Fue una experiencia bellísima, acreditada en las primeras Crónicas de sor María Romero. La entrevisto y ella misma nos lo comparte. Lo escucharás de su viva voz.
Te invito a escribirme, cuéntanos tus experiencias con Dios. Te paso mi e-mail personal cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!