José Daniel Zaván, de 19 años, fue el único sobreviviente de la tragedia aérea que se cobró la vida de siete miliares el pasado 9 de febrero, cuando una avioneta Cessna 402 perteneciente a la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) se precipitó a metros del Aeropuerto Silvio Pettirossi.
Por la magnitud del siniestro y la situación en la que quedó la aeronave, se consideraba todo un milagro que alguien haya sobrevivido.
Zaván fue durante años integrante del grupo salesiano juvenil Exploradores de Don Bosco. Además era un asiduo colaborador de la Diócesis de Alto Paraguay, en el Chaco Paraguayo, una de las regiones más inhóspitas del país sudamericano.
El pasado 16 de abril, tras superar todos los pronósticos y varias cirugías, el joven salesiano fue dado de alta en el Hospital de Traumas de Asunción y se trasladó hasta la vivienda de una familiar para continuar con su largo proceso de recuperación.
Blanca Viccardi, madre de Zaván, asegura que los médicos que lo atienden se siguen sorprendiendo por la recuperación de su hijo. “Él es un verdadero guerrero que afronta todo esto con alegría”, dijo en conversación con Aleteia.
La mujer explicó que optaron por no conversar sobre lo que sucedió y se enfocan de lleno en su proceso de recuperación.
Para nosotros esto se está dando por intercesión de María Felicia de Jesús Sacramentado, nuestra beata “Chiquitunga”. Él me dijo que tiene planes muy especiales para con ella, pero aún no me dijo de qué se trata.
Durante los últimos días José pudo ponerse de pie por si solo y avanza progresivamente en la recuperación de su motricidad. El joven habla normalmente y está regresando paulatinamente a sus actividades educativas.
Viccardi asegura que su hijo nunca perdió la fe y señaló que todos los domingos recibe la comunión de parte de servidores de la capilla San Agustín de Capiatá, donde residen actualmente.
“Cada vez que puedo voy a la capilla y también rezamos juntos con José”, expreso con mucha alegría la mujer.
Según relata su madre, el joven salesiano espera con mucho optimismo poder retomar sus actividades dentro de la comunidad juvenil de Don Bosco. Comentó que suele conversar con sus compañeros.
La madre del joven recordó que cuando su hijo estaba en Terapia Intensiva y con pronóstico reservado por la gravedad de las lesiones en el cerebro, rezó a la beata Chiquitunga para suplicarle por su recuperación.
Viccardi explicó que aún no tuvo tiempo de viajar hacia Asunción para visitar el oratorio de la beata, pero reiteró que su intercesión es la que hizo posible que su hijo se recuperara.
Tras el trágico accidente, una de las primeras cosas que recordó la madre del sobreviviente fue el haber dado la bendición a su hijo antes de que el vuelo partiera desde Fuerte Olimpo, una región del Chaco paraguayo.
El 23 de junio del 2018, María Felicia Guggiari Echeverría, más conocida como Chiquitunga, fue declarada como beata, convirtiéndose en la primera mujer paraguaya en ser elevada a los altares.