A veces puede ser angustioso ver que una cultura se aleja cada vez más de Dios. Muchos de nuestros amigos y familiares pueden estar perdiendo la fe y adoptando un estilo de vida materialista.
Curiosamente, la Biblia está llena de situaciones similares, donde la sociedad se desmorona y los que quedan claman a Dios.
La buena noticia es que Dios escucha nuestras oraciones e intercederá para restaurar una cultura.
"¡Acuérdate, Yahveh, de lo que nos ha sobrevenido,
mira y ve nuestro oprobio!
Nuestra heredad ha pasado a extranjeros, nuestras casas a extraños.
Somos huérfanos, sin padre; nuestras madres, como viudas.
A precio de plata bebemos nuestra agua, nuestra leña nos llega por dinero.
El yugo a nuestro cuello, andamos acosados; estamos agotados, no se nos da respiro."Mas tú, Yahveh, para siempre te sientas; ¡tu trono de generación en generación!
¿Por qué has de olvidarnos para siempre, por qué toda la vida abandonarnos?
¡Haznos volver a ti, Yahveh, y volveremos. Renueva nuestros días como antaño".