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San Esteban de Hungría: la prueba de que es posible ser rey y santo

SAINT STEPHEN
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Dolors Massot - publicado el 15/08/21
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Rey de Hungría, con su conducta ejemplar se ganó el amor de sus súbditos y convirtió a muchos

San Esteban, llamado también “Esteban el Santo” o “Esteban el Grande”, fue el último príncipe de los húngaros y el primer rey de Hungría.

Nació en la Panonia (actual Hungría) en torno al año 969 d.C. Sus padres eran el gran príncipe Geza y la princesa Sarolta, de la dinastía sajona. Ya eran cristianos antes del nacimiento de Esteban. Su nombre original era Vajk, de origen pagano. Según la “Leyenda mayor del rey san Esteban”, recibió el bautismo de manos de San Adalberto.

Fue coronado el 25 de diciembre del año 1000 o el 1 de enero de 1001 con una corona enviada por el papa Silvestre II.

Esteban dispuso que su reino tuviera una organización de la Iglesia católica independiente de los obispados del Sacro Imperio. Estableció una sede arzobispal en Székesfehérvár (hoy Esztergom), seis obispados y tres monasterios benedictinos.

Políticamente, unificó la cuenca cárpata y en 1030 impidió que Conrado II (emperador del Sacro Imperio) invadiera su territorio.

Logró que su tierra viviera en una relativa paz, con leyes que hacían respetar las costumbres cristianas. Esto hizo que Hungría se convirtiera en tierra de paso para peregrinos a Tierra Santa y para comerciantes que buscaban rutas seguras entre Asia y Europa.

Se casó con Gisela de Baviera, quien fue declarada beata. Del matrimonio se conoce el nombre de dos de sus hijos, Otón y Emerico. Otón murió cuando era pequeño.

Esteban lograba que muchos comerciantes y peregrinos se establecieran en Hungría. Entre ellos estaba Gerardo, un monje benedictino para quien preparó el obispado de Csanád. Lo nombró preceptor de su hijo Emerico, que sería santo.

Esteban destacaba como hombre valiente, justo y prudente en el ejercicio como monarca. Tanto es así que logró muchas conversiones por su ejemplo.

Falleció a los 63 años en Székesfehérvár, a unos 65 km de Budapest, en el año 1038.

Al morir, muy pronto el pueblo veneró sus restos y esto hizo que en el año 1083 se produjera la canonización.

En el misal romano se lee que fue «justo, pacífico y piadoso».

En la catedral de Budapest, dedicada a san Esteban de Hungría, se venera la Santa Diestra del rey.

San Esteban es el patrono de Hungría. Su fiesta se celebra el 16 de agosto.

Dios todopoderoso, te rogamos que tu Iglesia tenga como glorioso intercesor en el cielo a san Esteban de Hungría, que durante su reinado se consagró a propagarla en este mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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