Debido a la Pandemia y la restricción para la participación en grandes conglomerados, pero también bajo una fuerte presión social y política para su suspensión, las organizaciones gauchas a cargo de la histórica Peregrinación a Caballo al santuario nacional de Nuestra Señora de Luján suspendieron la edición 2021.
Se trata de una de las más antiguas expresiones de religiosidad popular, pero también una de las más cuestionadas en los últimos años, particularmente por la difusión de imágenes con algunos abusos registrados en torno a la salubridad de los animales.
Para el futuro, la Municipalidad de Luján propuso a los organizadores otro tipo de fiesta, con caballos y celebraciones en torno a la Basílica, evitando la tracción a sangre por carreteras que otrora eran caminos de tierra sin demasiado tránsito. Se trataría de un desfile limitado a los centros tradicionalistas registrados. Pero la negociación para la mejor solución aún no acaba, según un mensaje grabado por agrupaciones tradicionalistas.
La peregrinación gaucha se viene realizando desde 1945, cuando el entonces obispo de Mercedes Anunciado Serafini la impulsó entre algunos grupos y familias de guachos de las localidades aledañas al santuario. En las distintas ediciones, se han llegado a congregar miles de jinetes con sus familias, miembros de distintas agrupaciones tradicionalistas.
Desde las agrupaciones fundadoras de la Peregrinación, el Circulo Criollo El Rodeo de Moreno, y Martín Fierro de Villa Flandria Jáuregui, se emitió una declaración en conjunto, en la que se ratificó el compromiso del mundo del campo con el bienestar de los animales. De hecho, Rodolfo Asís recordó que el momento del año para la peregrinación, a finales de septiembre, fue definido buscando un momento en el que los caballos “no tengan ni mucho calor, ni mucho frío”, para proteger su salud. “Eso nos da la pauta, en ese punto inicial de la peregrinación a caballo”, argumentó, de la importancia de la relación con el animal para el hombre de campo.
Según expresó Asís, “todo el movimiento tradicionalista ama al caballo, y consideramos que es indisoluble la figura del gaucho argentino si no está con su caballo. Nos acompaña en todos los momentos de nuestra vida, en el trabajo, en la diversión, en los momentos que hay que ir a buscar a la partera en el campo, y en tantos momentos de la vida, por decir, la vida misma”.
El presidente de El Rodeo reconoció la existencia de circunstancias en las peregrinaciones que no tendrían que ocurrir. “Estamos de acuerdo completamente en que hay que renovar un montón de cosas, y hay que ‘buscarle la comba al palo’ para que lo podamos lograr, para que no sucedan más muertes de animales en el camino, borracheras, las peleas, que no las negamos. No las negamos en ningún momento. Sabemos que por ahí si sucedieron, claro que sí, y no deben suceder. Eso es una locura. El gaucho argentino ama a su caballo, lo siente, es participe de su familia, y comparte todos los momentos de la vida y la familia campera, la familia tradicionalista”.
“Así como en la Madre Patria España se pueden realizar peregrinaciones multitudinarias con miles de jinetes que concurren a la Virgen del Rocío, con carretas con bueyes, o así como ocurre en Itatí con familias enteras”, expresó Asís, “cómo no vamos a hacerlo con la Municipalidad” para solucionar este tema. “Afinar la puntería del lápiz, para buscar el derrotero, buscar los caminos adecuados para ingresar a Luján, por dónde salimos”, es el propósito que se plantean para los meses venideros.
“Sería hermosísimo” poder seguir haciendo la peregrinación, pidió Asís, en nombre de las agrupaciones gauchas, para poder ir y “agradecer a la Virgen lo que hace por nosotros por la intercesión ante el padre Dios, que está en los cielos”.
“Tenemos que seguir luchando, debatiendo, buscándole la vuelta para que esto no muera”, clamó.
Pese a la propuesta del Municipio de Luján difundida por los distintos medios, y conversada con las agrupaciones como reconocieron, aún queda mucho por recorrer de cara al 2022, año en el que, se espera, pueda haber menos restricciones asociadas a la Pandemia. Con claridad en lo que hay que mejorar, la Peregrinación a Caballo al Santuario de Nuestra Señora de Luján busca reinventarse para seguir siendo espacio de oración de la familia del campo para, como expresó Asís, visitar a la Virgen con su caballo y “agradecer, llorar nuestras penas, y pedirle su ayuda y su apoyo”.