El papa Francisco se refirió hoy a los “rostros” de las madres y niños que necesitan ayuda para “liberarse de las ataduras de la violencia y el maltrato. Incluso las mujeres migrantes que llevan en sus carnes experiencias dramáticas”. Lo dijo el Papa a los miembros de la Fundación Arché recibidos en audiencia en el Palacio Apostólico este jueves 2 de septiembre.
Con motivo del 30 aniversario, el sacerdote, Giuseppe Bettoni, ha dado testimonio ante el Papa del deseo de continuar, junto a los voluntarios y sus benefactores, con la misión de acoger a mamás maltratadas, vulnerables, y a sus hijos pequeños.
El Papa agradeció al secerdote italiano por “su trabajo durante los últimos treinta años.... ¿pero has estado trabajando desde tu primera comunión? [risas] - desde que comenzó su compromiso de acoger a las madres con hijos”.
Asimismo, recordó que el nombre ”Arché", se refiere al origen, al principio, y "sabemos que en el principio está el Amor, el amor de Dios”.
“Todo lo que es vida, todo lo que es bello, bueno y verdadero viene de ahí, de Dios que es amor, como la vida humana viene del corazón y del vientre de una madre, y como Jesús vino del corazón y del vientre de una madre, que es el Amor hecho carne, hecho hombre”.
Y así, en esta lógica, - agregó el Papa - al principio están los rostros: para ustedes son los rostros de esas madres y niños que han acogido y ayudado a liberarse de las ataduras de la violencia y el maltrato. Incluso las mujeres migrantes que llevan en sus carnes experiencias dramáticas.
Para el Papa la acogida de los niños y sus madres representa un “signo de esperanza” en primer lugar para ellas, y los menores. Pero también son un signo de esperanza para quienes comparten su vida con los últimos y vulnerables; es decir, los voluntarios, los jóvenes, las parejas jóvenes que en estas comunidades experimentan el servicio no sólo a los pobres -que es muy bueno-sino más bueno aún junto a los pobres”.
“La Madre y el Niño es un icono tan familiar para nosotros los cristianos. Para ustedes no se ha quedado sólo en una imagen bonita: lo han traducido en una experiencia concreta, hecha de historias y rostros concretos. Esto ciertamente significa problemas, dificultades, penurias... Pero al mismo tiempo significa alegría, la alegría de ver que compartir abre caminos de libertad, renacimiento y dignidad.”.
Por eso, el Papa Francisco ha dado las gracias a la Fundación Arché. “Que el Espíritu Santo renueve siempre en ustedes la alegría del Evangelio, y que la Virgen les proteja. Por favor, recen también por mí. Gracias”.