Desde que soy catequista de niños que se preparan para recibir la Primera Comunión -¡ya hace más de una década!- siempre dedicamos el primer día de catequesis para presentarnos.
Cada niño cuenta a los demás del grupo cómo se llama, y nos habla de su familia: su papá, su mamá y sus hermanos, si los tiene. Y hablamos de lo que nos gusta hacer a cada uno: jugar a fútbol, ir a la montaña, comer macarrones, resolver puzles o hacer volteretas.
Al final, llegamos a la conclusión de que todos somos diferentes. Sin embargo, hay algo muy profundo que nos une: todos somos cristianos. Así que somos de la misma familia, porque todos formamos parte de la Iglesia.
Esta afirmación tiene un efecto inmediato sobre los niños: caras de asombro y manos levantadas para preguntar. ¿Entonces, somos hermanos?, ¿Y quién es nuestro padre?
Esta sencilla dinámica puede servir para introducir en la catequesis el tema del amor a la Iglesia. Al principio, los pequeños suelen entender “Iglesia” como el edificio parroquial, pero finalmente entienden que la Iglesia es un gran árbol que nos acoge a todos y del que formamos parte con nuestra Fe y nuestras obras.
Después podemos seguir explicando a los niños que este árbol, cuya semilla plantó Jesús, siguió creciendo gracias a sus apóstoles. Ellos se encargaron de hacerla crecer gracias a la predicación del Evangelio por el mundo entero.
Así que ahora la Iglesia es una gran familia de bautizados, unidos por la misma Fe y bajo la autoridad del Papa.
Por lo tanto, si la Iglesia somos nosotros ¡tenemos que amarla y cuidarla!
Otro momento precioso de la catequesis es cuando descubrimos a los niños que después de la muerte y resurrección de Jesús, San Pedro dirigió el rumbo de la Iglesia.
“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra, edificaré mi Iglesia” (Mt, 16, 18)
Y desde entonces, hace ya más de 2.000 años, la Iglesia siempre ha tenido un pastor universal, que gobierna, guía y cuida su unidad. Es el Papa de Roma, el representante de Jesús en la tierra. Y ahora es el Papa Francisco. Es el Papa número 266 de la Iglesia.
¿Y qué podemos hacer para que los niños aprendan más sobre el Papa?
Aquí os proponemos algunas ideas. Padres, profesores o catequistas ¡muy atentos a las recomendaciones!
1Leer libros escritos por el Papa y dirigidos especialmente a los niños.
"El Papa Francisco y la Primera Comunión". Puedes encontrarlo aquí.
"La alegría de mi familia".
"A de amor, B de bondad. La palabra del Papa para niñas y niños".
"Mis oraciones para niños ¡y para rezar en familia!". El libro puede encontrarse aquí.
"No tengan miedo de soñar a lo grande. El Papa Francisco les habla a los niños".
2Tener una fotografía del Papa.
Tener una fotografía suya en el rincón de Jesús o de oración de su habitación, en la sala de catequesis, en la clase del colegio,… La primera fotografía oficial del Papa Francisco fue difundida el 21 de marzo de 2013, días después de ser elegido sucesor de Pedro (Añadir Foto1-foto-oficial- Papa-Francisco). A partir de esa fecha, se han realizado muchas más. Podéis descargar la que más os guste de esta Galería de fotos oficial del Vaticano.
3Escribirle una carta.
La forma de hacer llegar un mensaje privado al Papa es a través del correo postal, ya que no posee un correo electrónico personal. Si le queréis escribir una carta en papel, la podéis enviar a esta dirección:
Sua Santità Francesco
00120 Città del Vaticano
Aquí te explican cómo llegan las cartas al Vaticano, cómo las clasifican y las hacen llegar al Santo Padre.
4Ofrecer algún sacrificio y rezar por sus intenciones.
El Papa Francisco se apoya en nosotros, los fieles, para sacar adelante sus intenciones. A través de una Red Mundial de Oración propone cada mes una intención concreta para rezar por ella. En esta web puedes descubrir cuáles son las intenciones del Papa para 2021 y proponer a los niños un momento concreto del día para acordarse de rezar y de ofrecer algún pequeño sacrificio por esos propósitos del Pontífice.
5Conocer detalles de su vida.
Por ejemplo, cómo descubrió su vocación a los 16 años, cuando estudiaba Ingeniería Química.
El Papa ha contado en diversas ocasiones lo que ocurrió en su corazón ese 21 de septiembre de 1953, cuando iba camino de una fiesta y pasó por su Parroquia de Buenos Aires. Allí tuvo la necesidad de confesarse y hablar con un sacerdote.
“No sé lo que sucedió. No sé por qué aquel sacerdote estaba allí. No sé por qué sentí ese deseo de confesarme. Pero la verdad es que alguien me esperaba. Me estaba esperando desde hacía tiempo.
Después de la confesión sentí que algo había cambiado. Yo no era el mismo. Había sentido una voz, una llamada. Estaba convencido de que tenía que ser sacerdote. El Señor nos espera primero. Él nos “primerea” siempre”.
6Conocer sus devociones: como a la Virgen “Desatanudos” y a San José dormido.
Fue el mismo Papa quien introdujo esta devoción a la Virgen en Argentina en la década de los 80, ya que él la conocía de su época de estudiante en Alemania. Fue en Augsburgo donde descubrió esta imagen en la parroquia de St Peter am Perlach. Le gustó tanto que llevó a Argentina algunas estampas de Nuestra Señora de Knotenlöserin, que en español significa “que desata los nudos”.
Si quieres leer a los niños la historia completa, puedes encontrarla en la web de la Parroquia de San José del Talar de Buenos Aires, donde está entronizada la imagen desde 1996. Su fiesta se celebra el 8 de diciembre.
Sobre la pequeña figura de San José que guarda el Papa Francisco en su mesilla de noche, él mismo ha explicado:
"Yo quisiera también decirles una cosa muy personal. Yo quiero mucho a san José. Porque es un hombre fuerte y de silencio. Y tengo en mi escritorio, tengo una imagen de san José durmiendo. Y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo. Nosotros no. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de san José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema."
Además, ¡este año está dedicado a San José!
7Rezar por él.
"Recen por mí", suele repetir el Papa Francisco en sus audiencias públicas o viajes oficiales. El pontífice reveló que siempre lo pide porque "Lo necesito. Yo necesito que me sostenga la oración del pueblo. Es una necesidad interior, tengo que estar sostenido por la oración del pueblo".
Además, en la página web Click to Pray podemos entrar en el perfil de oración del Papa y rezar junto a él y sus intenciones.
8Por último, ¡Ir a verle a Roma!
El Papa Francisco reza el Ángelus todos los domingos desde la Plaza de San Pedro, así que podemos verle y escuchar sus palabras.
Además, los miércoles también recibe a todos los fieles en una audiencia general, en el Aula Pablo VI o en el Patio de San Dámaso.
Si necesitáis saber horarios o los requisitos para poder entrar, hay que contactar con la Prefectura de la Casa Pontificia.
¡Todos unidos con el Papa Francisco!