Durante estos 50 años, la canción Imagine del ex Beatle John Lennon, se ha usado para abanderar cualquier tipo de reivindicación en contra de la existencia de las religiones, principalmente, por estos versos de su letra:
Imagine no solo es en una canción emblema del pacifismo, sino que, la interpretación más extendida de su letra es que la paz solo podría conseguirse de no existir las religiones. En definitiva, que las religiones son las causantes de las guerras.
Para muchos, esa idea sigue siendo una verdad irrefutable. Sin embargo, a lo largo de los años, no en pocas ocasiones, líderes religiosos de todos los credos han reivindicado precisamente lo contrario.
Basta con recordar uno de los documentos más recientes firmado por el Papa Francisco junto al líder musulmán y Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed al-Tayeb, suscrito en Abu Dhabi en febrero de 2019, sobre la Fraternidad Humana. Se trata de un documento que denuncia precisamente la instrumentalización del nombre de Dios y de las religiones para incitar al odio, la violencia y el extremismo.
Sin embargo, este histórico documento no ha conseguido ser tan popular ni tan difundido como la canción de Lennon.
¿Puede una lectura más profunda de la letra de la canción desvelar una interpretación distinta de lo que quiere transmitir Imagine? ¿una quizá más cercana a la denuncia del mal uso de las religiones como pretexto para las guerras?
Es de alguna manera la hipótesis que presenta en un artículo el periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano. El texto está firmado por el sacerdote Massimo Granieri, conocido amante de la música y autor de libros sobre este bel arte como Il rock’n’roll con tanta anima o Il vangelo secondo il rock.
El sacerdote propone una tercera vía para interpretar el texto de Lennon. No está de acuerdo ni con la interpretación del obispo Barron, que considera a Imagine como "un compendio de ideología atea"; ni tampoco coincide con la interpretación de otro obispo, Antonio Staglianò, quien, si bien cree que Lennon buscaba el sentido o la trascendencia, piensa que Imagine está, de alguna forma, impregnada de marxismo.
Granieri explica que ambos obispos no conocen suficientemente la vida y la obra de Lennon y examinan Imagine de modo descontextualizado. Para empezar, porque sostiene que el fundador de los Beatles no comulgaba con ninguna ideología.
Asegura que "Lennon soñaba con una humanidad sin desigualdades económicas ni dominaciones políticas ni religiosas que dieran lugar a conflictos" y que además "usó un lenguaje infantil y demasiado dulce para hacer entender Imagine a todo el mundo, sin necesidad de aclararla".
Para dar a entender mejor que Lennon no estaba en contra de la religión, sino del uso perverso de la religión, Granieri se hace eco de las palabras del crítico musical Paul du Noyer que explica así el sentido del texto escrito por el músico hace 50 años:
"La verdad es que el arte de Lennon es una expresión universal y refinada del ánimo humano, sin tintes confesionales", sostiene Granieri quien revela además que el músico se consideraba un hombre de fe, como demuestra una carta que escribió a una fan.
Lennon envió esta misiva a Beth y en ella decía: "Querida Beth, gracias por la carta y por tus deseos. Si lees que estamos en India buscando la paz, no significa que no tengamos fe en Dios y en Jesús. Creemos en Él".