El papa Francisco ha indicado hoy que los laicos no deben esperar al cura, al misionero o al obispo para evangelizar. El 97% de los miembros de la Iglesia Católica tras el bautismo, es decir, hombres y mujeres laicos, tienen esa tarea.
“Debemos entender que la evangelización es un mandato que viene del Bautismo; Bautismo que nos hace sacerdotes juntos, en el sacerdocio de Cristo: el pueblo sacerdotal”, ha dicho el Papa, este jueves, 16 de septiembre, cuando apenas ayer estaba cerrando su viaje apostólico a Eslovaquia.
“Y no hay que esperar a que venga el cura, el sacerdote a evangelizar, el misionero... Sí, lo hacen muy bien, pero los bautizados tienen la tarea de evangelizar. Vosotros, con vuestros movimientos, habéis despertado. Y está muy bien. Gracias”, ha agregado.
"Muchas veces nos encontramos con los llamados 'agentes de pastoral', ya sean obispos, sacerdotes, monjas, laicos comprometidos. No me gusta esa palabra: los laicos se comprometen o no se comprometen. Los laicos estén activos en algo".
Así lo dijo en la audiencia de esta mañana a los participantes en el Encuentro organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, sobre el tema: "La responsabilidad de gobierno en las asociaciones laicales: un servicio eclesial".
"Pero -ha continuado el Pontífice- nos encontramos con algunos que confunden el camino con un paseo turístico o confunden el camino con darse vueltas sobre sí mismo, sin poder avanzar”.
El camino evangélico es un reto: “cada paso es un reto y cada paso es una llamada de Dios, cada paso es -como decimos en nuestro país- "poner la carne en el asador".
El Papa ha invitado a seguir siempre hacia adelante. “Estamos siempre en movimiento, siempre en conversión, siempre en discernimiento para hacer la voluntad de Dios”.
El Papa ha advertido sobre el mal de sentirse una novedad absoluta: "Pensar en ser "la novedad" en la Iglesia -es una tentación que suele suceder a las nuevas congregaciones o movimientos- y, por tanto, no necesitar cambios, puede convertirse en una falsa seguridad. Incluso las novedades envejecen pronto".
Por eso, ha indicado, "incluso el carisma al que pertenecemos, debemos profundizarlo siempre mejor, reflexionar siempre juntos para encarnarlo en las nuevas situaciones que vivimos".
Para ello, ha exhortado mantener una gran docilidad y humildad en el camino de la evangelización, “para reconocer nuestros límites y aceptar cambiar modos de hacer y de pensar anticuados, o métodos de apostolado que ya no son eficaces, o formas de organizar la vida interior que han resultado inadecuadas o incluso perjudiciales”.
Por ejemplo, “este es uno de los servicios que siempre nos prestan los Capítulos Generales. Cuando no son buenos [los modos y métodos] hay que revisarlos en la asamblea”.
El Papa ha advertido de otro mal que se puede encontrar en el camino evangélico: El ateísmo espiritual
“Hay una cosa sobre la Madre Teresa que me viene a la mente a menudo. Sí, era religiosa, pero esto nos pasa a todos si estamos en el camino (evangélico). Cuando vas a rezar y no sientes nada”.
A eso, ha llamado el Papa, "ateísmo espiritual", donde todo es oscuro y parece decir: "He fracasado, este no es el camino, esto es una bella ilusión". Una tentación que viene incluso en la oración.
“La pobre Madre Teresa sufrió tanto porque es la venganza del diablo por el hecho de ir allí, a las periferias, donde está Jesús, donde nació Jesús. Preferimos un Evangelio sofisticado, un Evangelio destilado, pero no es Evangelio, el Evangelio es esto. Gracias. Nos hará bien a todos pensar en esta pobreza”.
El Papa también se ha referido a las normas para vigilar directamente a las asociaciones internacionales de fieles. Al inicio de la audiencia, el Papa ha dicho saber de “corazones” con "mal humor" que no aceptaron con agrado el decreto que firmó el pasado 11 de junio de 2021.
Decreto que tiene, en otros objetivos, el de reducir el riesgo de abusos, personalismos, autorefencialidad y malos manejos de dinero, etc, y, para que los líderes y miembros de los movimientos actúen más en línea con el camino sinodal.
Pero, ¿este Decreto nos mete en la cárcel? ¿Nos quita la libertad? No, este Decreto nos insta a aceptar algunos cambios y a preparar el futuro desde el presente. En el origen de este Decreto no hay ninguna teoría sobre la Iglesia o las asociaciones de laicos que se quiera aplicar o imponer. No, no lo hay."
“Es la realidad de las últimas décadas la que nos ha mostrado la necesidad de los cambios que nos pide el Decreto”, ha expresado, respecto a las nuevas normas para regular a cerca de 109 entidades reconocidas.
El Decreto se aplica también a otras entidades sujetas a la vigilancia del Dicasterio de los Laicos del Vaticano, entre ellas el Camino Neocatecumenal, la Organización Internacional de Servicio del Sistema de Células Parroquiales de Evangelización, la Organización Mundial de Cursillos de Cristiandad, entre otros.