Está ubicada en la provincia de Guayas y suele ser reconocida como “la ciudad más dulce de Ecuador”. Esta característica suele ser su carta de presentación debido a que tiene una fuerte producción de caña de azúcar y piña.
No en vano, a la hora de hacer un recorrido por los atractivos turísticos de San Francisco de Milagro es que aparecen los monumentos a la piña. También otros en homenaje a la caña de azúcar y hasta un monumento al colibrí: símbolo de la diversidad de viveros y faunas del cantón que se destaca por sus paisajes de también otros cultivos como banano, cacao.
Más allá de las características principales de un sitio que evoca lo tropical y lo colorido de esa zona del continente, otro aspecto es el que llama la atención: su nombre.
En ese sentido, según recuerdan diversas reseñas, entre ellas una publicada incluso por el medio El Universo, la tradición recogida por los investigadores hace referencia a un supuesto milagro del San Francisco de Asís que salvó a la esposa de quien fuera el exoidor de la zona hacia el año 1784, Miguel de Salcedo.
La mujer, conocida como doña María de Salcedo, se había enfermado en aquel entonces gravemente de paludismo. Ante la ausencia de alguna cura en ese momento se motivó a que se comenzara a rezar una novena a San Francisco de Asís.
Por esos días también apareció un indígena que ofreció raíces de quinina a la enferma. Finalmente, la mujer logró salvar su vida. Esto fue considerado un milagro, algo que derivó en que la zona empezara a conocerse como “tierra del milagro”.
Por estos días la cantonización de San Francisco de Milagro está de aniversario (17 de septiembre de 1913). Una vez más vale la pena recordar los aspectos de una ciudad que además de su dulzura mantiene un nombre un tanto especial, el sitio donde la iglesia San Francisco de Milagro suele también tener un lugar protagónico a la hora de recordatorios.