“Corrimos, llevamos agua del río Cachimayo en baldes, quisimos salvar nuestro templo. Es el lugar al que acudimos todos los días. Teníamos que hacer algo”.
Así lo contaba Edelmira Concha, una pobladora del distrito cusqueño en Perú a través de una crónica publicada en Aleteia tras el feroz incendio que sufrió en 2016 el famoso templo San Sebastián.
En aquel entonces, el 80% del presbiterio y el 60% de la nave central quedaron convertidos en cenizas.
“Logramos rescatar algunas imágenes”, añadía Edelmira.
Dos lienzos pertenecientes a la escuela cuzqueña, realizados por el pintor indígena Diego Quispe Tito, y seis dípticos de la vida de San Juan Bautista fueron parte de las obras desaparecidas por el fuego.
Pero uno de los momentos más desoladores en aquel entonces fue cuando el fuego alcanzó el altar repujado en pan de oro, “uno de los más bellos de todo el continente americano, de estilo barroco que data del siglo XVII”, se recordaba en aquella nota firmada por Esther Núñez Balbín.
En septiembre de 2021, el día 16, se acaban de cumplir cinco años de aquel catastrófico evento, pero los ánimos son diferentes. Luego de lo sucedido en aquella ocasión empezó un proceso de recuperación del retablo mayor. Es ahí donde apareció el trabajo protagónico de los Artesanos de Don Bosco de Chacas, a quien el Arzobispado de Cusco designó el trabajo allá por 2017.
Recientemente, según una nota publicada por el Arzobispado de Cusco, el propio arzobispo de esa zona, monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, junto a otras personas visitaron la localidad de Tauca, en el departamento de Áncash, para observar el avance de los trabajos del nuevo retablo del templo de San Sebastián.
Son esos jóvenes de la Operación Mato Grosso, vinculada al famoso salesiano ya fallecido Ugo De Censi (“El Don Bosco de los Andes”), quienes tienen a su cargo esta maravillosa tarea.
Según se especificó también en esa nota, “el avance de la obra actualmente se encuentra en un 90%, estando en la etapa final de la aplicación de pan de oro”.
Por último, en cuanto a previsiones, se indicó que a inicios del mes de junio de 2022 se estaría “ejecutando el armado del retablo en el distrito Champa”.
Las felicitaciones para con los jóvenes de la Operación Mato Grosso, una obra presente en la zona hace dos décadas y que tiene su foco en el desarrollo de los más vulnerables, no se hizo esperar por parte del arzobispo de Cusco.
La construcción del templo San Sebastián de Cusco data del Siglo XVI. Es ahí donde aparece el año 1560 asociado al comienzo de la edificación. No obstante, hubo que esperar más de 100 años para que concluyera y hasta ha tenido que superar la envestida de algún terremoto allá por 1950.
El templo, además de ser un gran exponente de la arquitectura barroca en América Latina, se caracteriza por una planta en forma de cruz latina de tres naves, siendo adobe y piedra los materiales más destacados de su estructura.
La iglesia de San Sebastián de Cusco fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1972. Hoy, su recuperación y nuevo retablo vuelve a generar esperanza e ilusión.