Si prestas mucha atención, parecería que uno no funcionara, y hasta que perdió una de las agujas, sin embargo funcionan perfectamente e indican la misma hora.
Simplemente porque tienen dos tipos de medición diferentes.
El reloj de la izquierda apodado “Oltremontano” (más allá del monte), indica la hora de la forma que todos conocemos, dividida en 24 horas, es decir, con el método francés.
En cambio el reloj de la derecha, posee una sola aguja que cruza toda la esfera en diagonal e indica la hora en “cursiva”, el llamado sistema itálico, que fue el más usado hasta 1797.
Este tipo de medición comienza al atardecer de cada día y la finalización de la vigésima cuarta hora ocurre en la siguiente puesta del sol.
El conteo según la hora itálica comienza al atardecer de cada día, es decir, a partir de la hora XII (alrededor de las 6.00 pm), y se completa al día después de la puesta del sol.
Así, el III corresponderá a las 9 de la noche o las 9 de la mañana durante el día; la VI alrededor de las 12 del mediodía o medianoche; el IX alrededor de las 3 pm durante el día o 3 am.
La hora en cursiva permitía en la vida diaria de aquella época, ilustrar de inmediato las horas de luz que quedaban en el día: bastaba con restar la hora indicada en el reloj a las 24.
Si el reloj indicaba 8, restaba 8 de 24 y el resultado, 16, eran las horas restantes de luz del día. Saber cuánto quedaba de luz durante el día era muy importante en aquella época, para el trabajo, comercio y vida diaria, no había una iluminación eléctrica como en la actualidad.
Desde abajo no se puede apreciar ni la belleza ni la grandeza de los relojes.
Cada uno mide 4 metros de diámetro. Los cuadrantes están realizados en mosaico y se colocaron entre dos ángeles de travertino. Están coronados por la tiara papal y las llaves cruzadas, símbolos de la Santa Sede.
Los relojes estéticamente tienen la función de elevar lateralmente la fachada y enmarcar visualmente la cúpula.
Trata de ver la fachada de la basílica sin estos maravillosos relojes, sin duda le quitarían magnificencia…