El descubrimiento en mayo de 2021 de 215 restos de niños indígenas cerca de un antiguo internado administrado por una congregación católica canadiense, seguido de los de varias otras fosas comunes en todo el país, provocó una gran crisis en la Iglesia católica en Canadá. Varias iglesias fueron incendiadas.
Los obispos católicos pidieron perdón a los miembros de los pueblos afectados y anunciaron el lanzamiento de una obra de memoria y sanación, acompañada de iniciativas pastorales.
Una delegación de indígenas también debe ser recibida en el Vaticano y se encontrará con el Papa Francisco del 17 al 20 de diciembre de 2021.