San Lázaro de Constantinopla nació entre los años 800 y 810 y era de origen jázaro (un pueblo de la actual Turquía). Sabemos que se incorporó a la vida monástica cuando todavía era un niño, y allí en el monasterio aprendió a pintar.
Vivió los últimos años de la querella iconoclasta, una herejía que atacaba a la Iglesia porque -según decía- hacía adorar las imágenes en vez de adorar a Dios o venerar a la Santísima Virgen y los santos. La lucha contra este error tardó años (más de medio siglo) en resolverse y entretanto Lázaro sufrió torturas por orden del emperador Teófilo ya que por su oficio hacía imágenes religiosas.
Después de un duro interrogatorio, Lázaro fue apaleado hasta quedar inconsciente. Le salía sangre y los que estaban presentes lo dieron casi por muerto. Entonces, se le envió a prisión creyendo que allí iba a perecer irremediablemente, pero no fue así. Lázaro, además volvió a pintar.
Teófilo, cuando se enteró de esto, se sintió humillado y mandó que quemaran las manos a Lázaro con un hierro candente como lección pública para todos los que se atrevieran a desobedecerle.
Intervención de la emperatriz Teodora
En esto, la emperatriz Teodora, que veneraba imágenes religiosas clandestinamente, logró que liberaran al monje. (Al morir Teófilo, Teodora sería quien acabaría con la prohibición iconoclasta).
Todavía Lázaro sufrió el exilio en el monasterio de san Juan Bautista.
Al acabar con la herejía, Lázaro fue protagonista del Triunfo de la Ortodoxia (11 de marzo del año 843).
Posteriormente, fue llamado a Roma por el Papa para que trabajara como artista, y viajó a la Ciudad Eterna en dos ocasiones. En la segunda, murió en el camino, en Gálata.
San Lázaro de Constantinopla fue declarado confesor y santo por la Iglesia ortodoxa y mártir por la Iglesia latina. De modo que en la Iglesia es el primer santo pintor, si no se considera a san Lucas como tal.
Tras su muerte, Lázaro fue canonizado y se desarrolló su propia iconografía como santo, que va desde la cultura bizantina en la que vivió hasta la Contrarreforma barroca.
Su fiesta se celebra el 17 de noviembre.
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