Conseguir quitar las manchas difíciles de la colada es un tema que nos trae de cabeza a muchos de nosotros. El gusto que da ponerse una prenda limpia, perfumada y bien planchada conquista cada uno de nuestros sentidos. Prueba de ello es la famosa cuenta de Instagram de @la_ordenatriz, que aúna a un batallón de más de 200 mil seguidores los cuales, a golpe de “fórmula mágica”, luchan contra las manchas más resistentes.
Como sabemos, las personas se expresan a través de sus miradas, sus comportamientos, sus formas de hablar y también de sus vestidos. Por tanto, el aseo personal y la ropa que nos ponemos forman parte de nuestra manera de manifestar lo que llevamos dentro.
¿Quién no ha sacado una camisa de la lavadora y, a la hora de planchar, se ha encontrado con sorpresa una mancha resistente? Vamos muy rápido por la vida y a veces no encontramos el tiempo para quitar las manchas difíciles. Pero es evidente que realmente se trata de algo que nos preocupa y que tiene una alta demanda, pues son infinitos los anuncios de productos que se hacen llamar, entre otras cosas, “milagrito”.
¿Cuántas veces has intentado limpiar sin ningún éxito esa mancha de fruta en la camiseta de tu hijo? ¿o una mancha de tomate en medio del mantel?
Begoña, @la_ordenatriz, en su cuenta de Instagram nos da a conocer un tipo de limpieza eficaz y al alcance de todos.
Vinagre
El vinagre es un ácido con poder desinfectante capaz de eliminar la suciedad y devolver el brillo a mamparas de baño, griferías, suelos y superficies de la cocina. Su poder se multiplica en caliente y mezclado con bicarbonato.
Bicarbonato
Viene usado como abrillantador de superficies y combinado con otros productos para quitar las manchas de diferentes tipos.
El vinagre con bicarbonato es muy eficaz contra las manchas de sudor.
También son el perfecto aliado para las manchas de orina en los colchones. ¿Cómo se usan? Mezcla cuatro partes de agua por una de vinagre blanco. Si la mancha está seca, espolvorea sobre la mancha, cúbrela con plástico y déjala actuar toda la noche. A la mañana siguiente, retira el envoltorio y aspira la mezcla.
El bicarbonato también te ayuda a limpiar las cacerolas, sartenes y otros cacharros de cocina. Cubres la superficie a limpiar con bicarbonato y dejas que actúe unos minutos mientras vas lavando platos y cubiertos (5 minutos será suficiente). Después procedes a lavar con una esponja o estropajo suave y verás que te habrás ahorrado el esfuerzo de frotar y rascar.
Laca
Quizás sea el producto que más te llame la atención, pero funciona perfectamente para todo tipo de manchas de pintura, pegamentos y plásticos pegajosos.
Paciencia
Desgraciadamente no se encuentra en el supermercado, pero es lo más importante a la hora de quitar manchas difíciles. Que no salgan a la primera no quiere decir que vayan a ganar la batalla.
Pero, en la vida, no sólo hay que ir con la ropa limpia: también es necesario limpiar de vez en cuando nuestra alma de esas manchas difíciles que se van apoderando de nuestro corazón. Al igual que las camisetas necesitan un “milagrito”, nuestra alma necesita un chorrito de una buena confesión y una dosis de elementos básicos, eficaces y al alcance de todos como son la oración y la Eucaristía.
El poder que tienen de abrillantar y airear nuestro espíritu es infinitamente grande. No hay nada más eficaz, ya que se trata de regalos del mismo Dios. “A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar.” (Juan 20:23). ¡Qué poder inmenso quiso compartir Jesús con los apóstoles! ¿Y qué don puede ser más grande que el mismo Dios en la Eucaristía? Finalmente, aunque la oración es desde siempre una expresión de la religiosidad humana que busca el infinito, no olvidemos que Cristo nos hizo el regalo de enseñarnos a rezar a través del “Padre Nuestro”.
Seguir con amor al Amor es un camino a veces embarrado en el que, a pesar del manchurrón, contamos con la Misericordia infinita de Dios. Y el Señor, por suerte, tiene mucho tiempo e infinita paciencia con nuestra colección de manchas.
Por tanto, si queremos verdaderamente buscar a Cristo en nuestro día a día, pongamos delicadeza en quitar bien las manchas del alma y las del cuerpo, para así dejar obrar en nosotros el gran Milagro.
