En un video compartido en Youtube por los Caballeros de Colón, podemos vislumbrar la increíble vida de Paul Coakley, un joven padre y esposo que murió a la edad de 35 años.
Si bien su muerte es desgarradora, nos ofrece la oportunidad de aprender más sobre un amoroso hombre de familia que dedicó su vida a vivir como Cristo y a inspirarse en san José, lo cual todos estamos llamados a hacer.
La esposa de Coakley, Ann, comparte la historia de su vida juntos, una unión que surgió de las oraciones diarias de Ann a la Santísima Madre para conocer a su propio San José.
Escucharle y verle en el vídeo (incluso si uno no comprende del todo el idioma inglés) da idea de cuán profundo era su amor.
Oraciones y flechazo
Después de orar durante años, las oraciones de Ann fueron contestadas en mayo de 2007. Conoció a Paul y en unos meses supieron que estaban llamados a casarse y crear su propia "iglesia doméstica".
Paul encontró trabajo
Como parte de su deseo de crear una vida familiar verdaderamente católica, la pareja oró a San José pidiendo su intercesión para ayudar a Paul a encontrar un trabajo que pudiera mantener a la familia. Mientras rezaba la novena a san José Obrero, la pareja descubrió que pronto recibirían a un hijo adoptivo en su familia.
Después de sufrir tres abortos espontáneos, esto fue una señal para ellos de que sus oraciones estaban siendo respondidas, especialmente porque San José era el "mejor padre adoptivo de todos los tiempos".
Paul trabajó muy duro por su familia y en su ministerio. Así como San José había compartido a su hijo con el mundo, Paul quería compartir a Cristo con otros animándolos a vivir como Él.
Irrumpió la enfermedad
En la primavera de 2014, Paul sintió un dolor en el pecho que se convirtió en un bulto. En Navidad le dijeron que tenía tantos tumores en los pulmones que era imposible contarlos. Los tumores habían hecho metástasis en su cerebro, lo que dio lugar a dos derrames cerebrales.
Mientras estaba en el hospital cuidando a su esposo, Ann descubrió el #prayforpaul dando la vuelta al mundo. Recibió una “fuerza abrumadora” al saber que muchas personas se unían en oración por su esposo. Fue un regalo de Dios para ellos en su momento de necesidad.
La buena muerte, como san José
Poco antes de la muerte de Paul, Ann vio un brillo en los ojos de su esposo, un resplandor que sintió que era un milagro. Su esposo regresaba con su Padre Celestial con una sensación de gozo. Como ella compartió, él estaba “corriendo hacia Nuestro Señor”, habiendo experimentado una “buena, santa y feliz muerte”, al igual que su intercesor San José.
Ahora Ann se siente muy reconfortada con el hashtag #livelikepaul (vive como Paul), que llama a la gente a “vivir de una manera que te acerque a Cristo”.
Si tiene unos momentos, mire el video y ayude a Paul a continuar su trabajo animando a otros a vivir una vida honrando a San José y acercándose más a Cristo. A eso se añade que nos encontramos en el Año de san José.