El año pasado nació un pequeño bebé prematuro que pesaba menos de una libra*, convirtiéndose en un rompedor de récords mundiales Guinness. Felizmente, 16 meses después, el niño -que se llama Curtis- está prosperando.
Por lo general, un embarazo a término dura 40 semanas, por lo que cuando la madre de Curtis, Michelle Butler, se puso de parto con gemelos tan temprano en su embarazo, las posibilidades de que los bebés sobrevivieran eran mínimas.
La madre se puso de parto el Día de la Independencia [4 de julio en Estados Unidos] de 2020 y los bebés nacieron al día siguiente. Uno de los niños, C'Asya, lamentablemente no sobrevivió y murió un día después de su nacimiento.
Aunque Curtis solo tenía un 1% de posibilidades de sobrevivir, se aferró a la vida en su cuna de la UCIN. Después de tres meses, al pequeño bebé se le retiró el ventilador, aunque si todavía hubiera estado en el útero de su madre, aún se habría encontrado muy lejos de nacer.
Por fin en casa
Finalmente, Curtis fue dado de alta de su hospital en Birmingham, Alabama, en abril de este año después de haber pasado 275 días siendo atendido, lo que incluyó que los terapeutas le enseñaran a respirar y comer.
Butler compartió en un comunicado: “Poder finalmente llevar a Curtis a casa y sorprender a mis hijos mayores con su hermano menor es un momento que siempre recordaré”, según un informe de la BBC .
Ahora, fuera de los muros del hospital, el pequeño batidor de récords tiene tres hermanos y hermanas mayores para ayudar a Curtis a medida que crece. Y aunque necesita oxígeno adicional y todavía tiene una sonda de alimentación, lo está haciendo muy bien.
“He estado haciendo esto casi 20 años, pero nunca había visto a un bebé tan joven ser tan fuerte como él. Había algo especial en Curtis”, compartió el Dr. Brian Sims, un neonatólogo de la Universidad de Alabama en Birmingham que ayudó a dar a luz a los niños, con el Guinness World Records, como se informó en St Lucia Times .
Aunque Curtis superó el récord mundial anterior por solo 24 horas, cada hora extra cuenta a una edad tan temprana. Su nacimiento no solo refuerza el milagro de la vida, sino que nos recuerda que incluso el bebé más pequeño, que pesa menos que un bloque estándar de mantequilla, tiene el deseo de luchar por la vida. ¡Y mira lo que pasó cuando lo ayudaron!
*Una libra son 453 gramos. Curtis pesaba menos.