Se trata de una escultura de una sola pieza de mármol travertino y pesa 6500 kilos. Así lo informó la Arquidiócesis de Santiago, que informó también que proviene de Calama y se ubicó al costado de una explanada.
Efectivamente, detrás de esta gigante escultura de Cristo, bendecida el pasado 6 de noviembre, se encuentra el anhelo del futuro Santuario de la Divina Misericordia (la imagen de ubicó a 800 metros del lugar). Se trató de un proceso que duró más de siete meses.
“Este acto de confianza que el padre Juan Ignacio depositó en nuestro pequeño pueblo, enriquece y dignifica el oficio de ser cantero. Tuvimos la oportunidad de tener varios jóvenes que vieron la obra para seguir con este oficio”, expresó Juan Vergara, vinculado a los artesanos de las Canteras de Colina y quien dirigió la obra.
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El Santuario de la Divina Misericordia
Uno de los encargados de hablar sobre la bendición de tener un santuario dedicado a la Divina Misericordia en Chile fue el propio nuncio, Alberto Ortega, quien dijo lo siguiente:
“Empieza una bendición para la comunidad de colina, una bendición para la Iglesia en Chile y para toda la sociedad. La presencia de un santuario de la Divina Misericordia es una buena noticia para todos hace de este lugar, un lugar de gracia y de bendición”.
En tanto, tal cual recordó también la Arquidiócesis de Santiago, con esta ceremonia también comenzó la campaña pública de recolección de fondos para logar finalmente que ese sueño se haga realidad.
Así se expresó el padre Juan Ignacio Schramm, rector del santuario:
“Esta imagen marca el término de la etapa de trámites y el comienzo de la etapa pública para construir nuestro anhelado Santuario de la Divina Misericordia (...) sabemos que desde el punto de vista social y económico quizá no es el mejor momento, pero desde la mirada sobrenatural es el momento más necesario, porque cuando vemos desencuentros, rencillas interminables, odios que humanamente a veces no tienen solución, es cuando nuestra esperanza sobrenatural nos recuerda que Dios no nos abandona”.